domingo, 20 de septiembre de 2015

Lerdo

Se supone que subiría otro disco más antes del 18, onda para alegrar las fondas fallidas de quienes se quedan en casa mientras los amigos nunca acordaron cuando juntarse, la familia salió a divertirse a alguna ramada y la polola no existe. El problema vino el miércoles, cuando fue el terremoto grado 8,3 en la IV región. Después de que nos evacuaran del trabajo llegué a ver la tele y vi lo que supuse cuando me contaron que había sido en mi otrora región: caos, casas por los suelos en los pueblos y el mar volviéndose contra la gente que vive de éste. Pasaron los días y, gracias a amigos y a las noticias, pude ver el cagazo que dejó el maremoto en mi ciudad. El muro de mi liceo por el suelo, barcos a mitad de calle, gran parte de la población Baquedano arrasada por las olas y la caleta hecha mierda. Y no solo la del centro, que  es la que se vende para los turistas y la que provee los frutos del mar; también la de La Herradura, que si no es porque un amigo me contó nunca se sabría. Aparte están los daños en Canela Baja, varios pueblos al interior del Limarí, Tongoy (que solo con marejadas ya se convierte en un archipiélago) y otros sectores pequeños entre Tongoy y Los Vilos que recién con esta tragedia son recordados. Lo peor de todo es que en peor momento no podía llegar todo: se inauguraba la pampilla y con ello tres feriados que sustentarían a varias familias hasta que llegue el verano. Esto me hizo pensar en lo insensible que es el cliché de "lo material se puede recuperar, lo importante es que siguen con vida". Si, claro que importa seguir vivo, pero tampoco hay que despreciar lo material de las personas que lo perdieron todo cuando estos bienes eran los que le permitían la subsistencia. Mucha gente ahí depende de la pesca y de la imagen que se vende del puerto, de la venta de productos marinos y de la Pampilla, que además tuvo que suspenderse. Personalmente, también me golpeó mucho por lo débil que es lo que para nosotros suele ser eterno. Conocía cada rincón afectado, lo había recorrido solo o con amigos, y para mi era el telón invariable de fondo, lo inmanente al puerto, lo que nunca desaparecía no porque lo daba por inmortal, sino porque la costumbre lo había hecho imperecedero. Entonces llegan las olas y se llevan el centro teletón, la feria, la caleta, la playa chica de la Herradura... gente a la que no conocí y nunca conocería... me costó mucho dejar de pensar en todo eso... que murieran abuelos, personas que pudieron ser parientes lejanos tuyos, niños y que los saqueadores, los que esperaban ese desorden para robar, hayan quedado vivos... demasiada angustia innecesaria. Luego vienen las críticas al gobierno, a la inoperancia, a la falta de mano dura, a demasiada mano dura, a las poses para las fotos, todo en sincronía al trabajo de un pueblo que se levanta por su propia cuenta, que se ayuda a si mismo y que retoma sus vidas sabiendo que nada se recupera a punta de lágrimas. Si algo bueno dejó la falta de apoyo del gobierno historicamente, es que el pueblo aprendió a cambiarse los pañales solo y a levantar al que cae sin chistar. Eso es un gran paso adelante para cualquier sueño futuro de algo similar a la verdadera independencia. Por otra parte, Coquimbo tiene un historial largo de veces en que ha caído y se ha sobrepuesto: desde la finalización de las faenas en las minas de Tamaya, que le permitieron a Coquimbo gozar de un buen pasar económico en su condición de puerto minero hasta los años 30; hasta el maremoto provocado por el Terremoto de Vallenar, que causó mayor destrucción que el más reciente y que, irónicamente, incitó a que se levantaran terrenos cerca del mar para crear la población Baquedano, una de las más perjudicadas. La ciudad siempre se mantuvo en pie, pero inevitablemente se perdía algo. Espero que para el verano las cifras sean positivas.


Ya... a ver. Entoncesssss, Lerdo po.
Más o menos por el 2009, no recuerdo como cresta, conocí el segundo trabajo de esta banda santiaguina, titulado J.E.K.O. ¡Ah! ¡Ahora me acuerdo! (mentira, no recuerdo mucho, lo googleé). Fue la misma The Holy Filament, cuando tenía su cuenta de "amigo" y no de página en facebook, que posteó un tema de ellos bajo la premisa de que serían la banda telonera de Faith No More en su concierto el mismo año. Como por aquel entonces yo era un fanático irrenunciable de Patton, estaba dando mis primeros pasos con FNM, porque en realidad a mi me atraían mucho más las bandas de corte experimental de Mike que aquella que todos hemos escuchado alguna vez en las radios. Entonces, como quería ver si me daría la plata hasta la fecha de la presentación y quería ver que onda los teloneros, play po wn. No sé que weá escuché, pero fue raro. No incómodo, pero si muy raro y bacán. Era mucha distorsión sonora y punteos volando por todas partes, flirteando con el rap y mucho con el noise; especialmente el japonés. Aluciné cuático esa tarde y tuve la suerte de encontrar rápido ese disco para pasarlo al mp3 y llegar a clases escuchándolo a todo volumen. Por aquel entonces un amigo estaba muy pegado con el math rock y todas las ramas más extremas y rápidas del rock y metal progresivo, por lo que le presenté el grupo y también le gustó, añadiendo que se parecía mucho a Pánico. No es mucho lo que conozco de Pánico y tampoco considero que deban estar dentro de mi lista de "escucha... o moriré" (aún así, si no los conocen igual les recomiendo escucharlos; más que nada si les interesa la evolución de la música nacional), pero no se parecían en nada. De hecho eran algo así como un System of a Down (banda de la que no soy fanático, pero acepto que tienen temas vacilables y músicos buenos) pasado por Melt Banana y Fantômas. Harto virtuosismo caricaturizado, letras surrealistas y a veces absurdas, ritmos rápidos y una voz dispuesta a desgarrarse la glotis por un poco de buen weveo. Con el tiempo caché que habían sacado otro demo el 2006, mucho más llevado al ruido que su sucesor, y también mucho más corto. Aún asi lo vale totalmente porque Extrañopitecus es la mejor pieza para despertarse con cafeína y anfetaminas en el cuerpo.
 Retomemos lo de su trabajo como teloneros para FNM. Bacán weón. No sé, no se como describir que un grupo de alta trayectoria haya elegido a una banda emergente de niños con ganas y fuerza para tocar como teloneros. Eso sí, nunca supe como les fué, porque había un solo registro en vivo de ellos y no vi al público muy exaltado. No se si eso es bueno o malo, pero al menos la banda siguió adelante, no se durmió en los laureles y siguieron como antes, tocando con otras bandas poco conocidas del terruño en pubs y para la gente que quiera vacilar algo nuevo. Un año después de su presentación y debut en las pistas grandes con FNM, sacan un disco nuevo y... no sé, lo bajé casi cuando salió y era muy diferente a lo que habían hecho. Digo, no muuuuuuuuy diferente, pero ahora era muy stoner, mucho más drone. En volá esa característica nueva solo sonaba en la muestra gratis que lanzaron, titulada División de oro parte I, que aún tengo pero que no subiré porque se que no es el disco entero y éste completo nunca lo encontré ni me lo compré. Lo iba a hacer, pero ya me había puesto la pijama.
Puta, que más agregar que un feliz regreso a clases/trabajo y espero que hayan atropellado a menos gente este año, zorrones perrines. Mis saludos a Martín Larraín, santo patrono del que toma y maneja, y que su conciencia arda por siempre en el fuego eterno de la conciencia y el recuerdo. Lo mismo para ti, Johnny Herrera y su séquito de chupatulas defensores de lo indefendible.

2006- Caleido abra scopio


2009- J.E.K.O.
Feliz 18 y próspero tracto digestivo nuevo.

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