Aquel intro era para remarcar lo que NO es Diablo Swing Orchestra. Por cierto me costó mucho darle una etiqueta, considerando lo que ya sabemos sobre las otras bandas, ya que tiene algo de metal gótico y sinfónico; pero por la alta variedad de estilos prefiero encajarlo dentro del Avant-garde (ya que toma lo ya visto en el metal gótico y lo mezcla con tango, por dar un ejemplo, o cualquier otro tipo de música poco convencional en este género) y dentro del metal progresivo. Esto último hasta yo lo pongo en duda, pero preferí ponerme wikipedico antes que dejarlo solo como Avant, ya que encuentro que aún le queda chica la etiqueta. No me gusta mucho esa clasificación de progresivo porque la gente suele asociar a esta rama del metal con bandas como Dream Theater o Queensrÿche, siendo que ni en sonido se acerca.
Diablo Swing Orchestra apareció en la escena experimental (otro tag más, gracias, flujo de palabras!) allá por el 2006 con el álbum The Butcher's Ballroom, saliendo del frío de la.... fría Suecia, conocida por su exportación de bandas de death, black y doom metal. Según ellos dicen, la banda se habría formado en algún año del siglo XVI, cuando sus antepasados tocaban música antieclesiastica en una orquesta. Debido a esta herejía fueron perseguidos y se vieron obligados a tocar en privado, quizá en catacumbas o sótanos de bares. Fue tanta la necesidad de la iglesia por atraparlos que pusieron altos precios por sus cabezas; fue entonces cuando supieron que sus días estaban contados y debían realizar su último y más espectacular concierto antes que la iglesia los pusiera en EL POZO Y EL PÉNDULO. Obviamente lo último lo agregue yo, pero el resto es verdad. Bueno, verdad dentro de lo que se puede llamar verdad, porque todo es mentira. Si leen un poco de historia de Suecia se darán cuenta, además es muy poco probable que los descendientes de aquellos mártires tuvieran tanto o más talento musical como sus antepasados. Volviendo al presente, DSO lanzó un nuevo disco el año pasado y cumplió con lo que muchos esperaban.
La primera vez que hoy a DSO fue gracias a un amigo, que me mostró la canción Balrog's Boogie totalmente fascinado, aunque las otras no le gustaron. Una vez que traje el disco a mi casa lo escuche de principio a fin y me encantó. La potencia del primer tema, el ya citado, no acaba apenas termina el track, sigue hasta el final y dio un salto cuántico hasta el segundo disco, que tampoco muestra alguna falencia de energía ni talento. El tema inicial ya nos da una pista de lo que se viene, mostrando una fusión de ópera, metal y big band, pasando a algo más gótico y electrónico, hasta unos toques de jazz. Lo mismo pasa en el segundo disco, que inicia con un tema similar al Balrog's Boogie, A Tap Dancer's Dilemma, pero esta vez mezclando el metal con algo más jazzeado y sumando a Daniel Håkansson, cuya voz de tenor complementa de muy buena manera la de soprano de Annlouice Wolgers. Ahora la apuesta va por sonidos mucho más alegres que la entrega anterior, lo que se refleja en la portada del disco, creada por Peter Bergting, a quien, para ser sincero, no había conocido hasta ahora. Al parecer es muy famoso allá, así que es mi labor como historietista frustrado investigar más sobre él.
Ya, niños, bajen los discos y no le digan nada de esto a papá, que me cerrará el blog el muy hijo de perra.
2006- The Butcher's Ballroom

2009- Sing Along Songs for The Damned and Delirious

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