martes, 18 de enero de 2022

Eraserheads - Anthology 1 (2004) y 2 (2006)

¡Cagando en los yuyos sobrevivió al 2021! Entramos de golpe al 2022 con tanta fuerza que me agoté al extremo y ahora solo quiero dormir. Sí, después del tradicional infierno navideño del retail me siento tan drenado que, por más que me esté ahogando en ideas para cuentos y una potencial novela, las ganas escasean. Pero siguiendo la tradición anual de años ídos, el recuento de principio de año. No recuerdo si lo hacía, quizás no, pero nunca es tarde para armar tradiciones.

Estaría de más, quizás, recordar el mayor hito para este espacio, pero es mi blog y hago la weá que quiero. No, en serio, sorry si me repito, es que no he leído mi último post: en septiembre del año pasado retomé los posteos y la subida de música a velocidad de hipo de ballena, con los divagues que varios odian y algunos "aceptan". A riesgo de repetirme, la razón era volver a un espacio personal y cargado de historia y recuerdos piolas en este huracán apocalíptico. Si de paso a alguien le sirve, bacán. Me sorprendió que aun haya gente descargando música, aunque en retrospectiva, Spotify llevaba años en el mercado cuando yo recién aprendía a usar torrent con dos palos y una piedra y la comunidad se resistía a desaparecer. Así que gustoso volví al Titanic para tomar y servir unos últimos tragos hasta que el barco se biseccione y aplaste a los que flotan bajo la popa.

Como conté alguna vez, el 2020 estaba en plena caca. Los detalles ya están dichos, pero me costó mucho, tuve que sacrificar harto, para poder sanar y ver los árboles del bosque desde lejos. Pero el tiempo pasó, el 2021 tuvo nuevas sorpresas y dramas, reabrió heridas también, y de paso trajo todo un proceso de perdón, intento de autoperdón y metanoia... o al menos lo sugirió y ya no le di la espalda, al menos lo escuché. Y falta iniciarlo ahora que salga de vacaciones, con una amiga que es medio ser cuántico, está y no está, así que puede que la metanoia tenga que guiarla solito. Y por eso es que este primer post también será el último del mes, hasta que nos veamos en febrero. Ah sí, porque vacaciones. No sé si quedó claro, es que ando medio disperso. Burnout culiao.

No es gratuito que mencione el evento veinte-veinte, porque tiene un poco que ver con el presente post. ¿Les ha pasado que han vinculado música con hechos y personas muy importantes, pero que cuando los recuerdos se endurecen y llenan de espinas les duele repasarlos? Pues me pasó con harta música, tanto compartida como con la personal. Pero gracias a que la música es una parte importante de mi vida, no me costó mucho desatribuirle la carga emocional que había ganado. Y cuando no pude, al menos vi lo positivo de la situación y persona y ahora, si un recuerdo golpea en la nuca, lo hace en tono de talla y sonrío. Eso me pasó con estos filipinos.

Bigger than k-pop

Oye pero que wen animé

Eraserheads es una piedra angular en la música filipina, casi como lo fueron Los Prisioneros en Chile, como para hacerse la idea. No por el sonido, sino por la masificación e influencia en la cultura pop de una época. Pero antes de irnos con la banda, una pincelada rápida de pintor novato y tímido con mal pulso de la música contemporánea en Filipinas:

Como en todas partes, hay estilos para cada gusto: tienen su folklore clásico con guiños y debes al Sudeste Asiático, música similar a rancheras y a la tradicional española cuasi-colonial debido a su pasado como colonia de España en el Pacífico y en los 70 a 80, en medio de este zeitgeist mundial y a su vez oleada hegemónica cultural del rock, tomó parte en cantar con melodías radiales en su propia lengua. Ah, no he dicho... Filipinas es un consomé de lenguas hasta hoy. Según la isla, se habla cebuano, malayo, español, inglés, inglés mal hablado y tagalog, que vendría a ser una suerte de lengua oficial o franca del país isleño. Hace un año conocí a una filipina llamada April que solo hablaba cebuano e inglés, pero no cachaba tagalog (o tagaló también, si les da paja la -g final), lo que demostraría que no es vital aprenderlo. Me cagó, porque estaba en plan de aprender español y su "pololo" (un tipo que coincidentemente era de la IV región) le enseñaba como la pichula y podría haberle reemplazado, pero yo quería aprender tagalog y ella solo enseñaba inglés. También me hacía un poco la cruz por no ser canuto. Weás isleñas. Volviendo a la Tierra, la cosa es que en los 70 y 80 nace en la capital este Manila Sound, que vendría a ser la misma música de terrafirma pero en tagalog o taganglés y muy, muy edulcorada. Algo que tienen los filipinos es que aman el pop y el soft rock. Creo que hasta en la música disco se quedan con el sonido más soul que puedan pillar. Piola igual. Ya pasado este hype y readaptándose a lo que suena en las radios, la onda pasa a llamarse OPM, u Original Pinoy Music  (pinoy es una suerte de gentilicio de "filipino" que puede ser tanto cariñoso como despectivo. Weás isleñas.).

Llegan los 90 y en el mundo todos quieren tocar britpop. Todos quieren ser Oasis o Suede o Pulp o cualquier otra banda monosilábica. Acá en Chile les tomó casi 10 años a un grupo de zorrones querer ser Blur. En cambio, en Filipinas, país de la música ligera (¿habrá pegado Cerati allá? ni idea) los jovenzuelos andaban prestos a querer probar de ese pastel de pop borderline del rock, ligeramente controversial y amigable a la radio. Es por eso que un día de 1989, dos bandas universitarias llamadas Curfew y Sunday School deshacen sus proyectos y comienzan a ensayar juntos. En ellas están un estudiante de cine llamado Ely Buendía y sus amigos Marcus Adoro, Raimund Marasigan y Buddy Zavala. Fiel a las influencias artísticas de Buendía, la fusión pasó a llamarse Eraserheads, como homenaje al clásico de David Lynch tan poco similar a la vibra del grupo, y comenzaron a probar tocando covers. El problema es que sentían que eran tan pencas que les salía más fácil, o que sería menos compromiso, componer temas nuevos y cagarla con esos antes que ser pifiados por tocar mal algo conocido. Y entre tocata y tocata, creció un  fanbase en el campus y su primer single, Pare Ko ("amigo mío") fue éxito en las radios universitarias, sobre todo porque tenía una chuchada y en las radios filipinas eso era impensado ("Tang ina nagmukha akong tanga", que sería algo así como "hijo de puta, quedé como tonto"). Por lo mismo les costó una ligera censura para poder publicar un disco, luego de tirar su demo por todas partes sin resultados. El definitivo se tituló "Pop-U", como insulto (Fuck-U, getit?) para los que no les pescaban. Cuático ver ese nivel de agresividad en música inofensiva, pero en Filipinas parece que el pop es cosa seria. Y así es como en 1993, con el apoyo de BMG Filipinas, Asia Pacífico conoce a Eraserheads con su debut Ultraelectromagneticpop! Nadie que lo diga exagera: Filipinas tuvo a sus propios Beatles. Para muchas bandas que nacieron después y buscaron las huellas de su sendero, Eraserheads se convirtió en un referente inescapable.

La banda fue y es conocida por sus melodías alegres, pegadizas y a veces nostálgicas, con discos que se balanceaban entre las baladas a punta de guitarra a un pop punk edulcorado, con letras que van desde la alegría de vivir a las angustias adolescentes, el amor, la amistad y chácharas en inglés que podrían tener sentido traducidas al tagalog. Retomaré lo de la nostalgia en sus acordes porque es algo raro, que igual tiene cierta explicación. Aquí en Latinoamérica, en Chile al menos, nada supimos de Eraserheads. Lo he confirmado con gente que tenía la edad para cachar de música entonces. Aún así, las melodías de Eraserheads me resuenan de forma muy especial en la glándula de recuerdos de niñez. No les debo nada, no fueron parte de mi niñez, no los conocí hasta bien entrandos los 2010s, pero la guitarra de Adoro me manda de vuelta a paisajes que crucé en los 90, a ese Coquimbo aun bordeado por parcelas y verdor, a los atardeceres rojos musicalizados por los gritos de los queltehues y a las tardes playeras en La Herradura. Pero nuevamente, no fueron nada para mi entonces. Por otra parte, la respuesta está clara: la música no dista mucho del britpop o el rock pop que sonaba en las radios de entonces. En mi casa eso no pegaba, pero en comerciales y programas de tele siempre estaban esos acordes mayores retumbando para ilustrar la alegría del verano del Chile puberto post-dictadura. No deja de ser un fenómeno interesante y de dejarme segregando nostalgiamina en el hipocampo.

Un año más tarde, en 1994, lanzan Circus y de paso graban un tema para una película (Wating) que adosan al disco y a su vez adoptan la grafía de Eraserheads con la que son conocidos que es con las E al revés. Su bella balada "With a Smile" sale como single en inglés y le lleva video muy bonito y medio surrealista, aunque la letra versa sobre los problemas de la vida que nos apenan en la niñez (aunque aplicable a cualquier parte de la vida, en este valle de lágrimas, amiright?). Pero ya entrado 1995 es cuando suben a la cima de la montaña de la fama con Cutterpillow y su emotivo single "Ang Huling el Bimbo" ("El último El Bimbo"). Algo poco pa cachar de que va: primero, El bimbo fue un baile de salón muy famoso en los 60, onda como la cumbia o la salsa. Segundo, la historia es más triste que la chucha, aunque el video lo explica de forma muy clara: trata sobre el cantante recordando a su primer amor, una niña que se "parecía a Paraluman" (actriz filipina de los 60) con quien solía bailar El Bimbo y descubría el amor. Paso el tiempo y después de haber perdido contacto, el cantante (Buendía) se entera que ella tuvo un hijo con un tipo que se fue, que trabajaba lavando platos en un barrio cuico y que un día, saliendo del trabajo, fue atropellada por un camión y murió. Entonces se lamenta de que solo en sus sueños podrá volver a bailar El Bimbo con su primer amor. Si, es pal pico. Voy a llorar un rato.

 

[al rato...]

 

Como cacharon, el nivel de pop, ya cada vez más en terrenos del rock alternativo, y la composición iba subiendo un poco el pelo y la fanaticada de la banda efervecía. Los Eraserheads habían ganado una suerte de fama como "pop intelectual". Tengo mis reservas, pero no tengo grandes puntos de comparación locales como para alegar, mejor me callo.

Al otro año, en diciembre del 96, lanzan Fruitcake, un disco navideño que se supone es conceptual, un poco influenciado, según los cabros, por el Sargeant Pepper's Lonely Hearts Club Band. También comprometen un poco la visión (que nunca tuvieron) del OPM y todo está cantado por completo en inglés. Lo bueno es que se dan el lujito de poner algunas partes instrumentales, cosa que no recuerdo que hicieran desde el electromagneticpop. Poco que mencionar, sobre todo porque quiero saltar al Sticker Happy de 1997.

Es medio raro dentro de la discografía, porque la banda prueba con más técnicas en la grabación, le meten su distorsión y efectos de sonido, lo que quizás para algunos sonaba un poco diferente al E-heads de siempre. Además es compilado, aunque los temas de otros discos son re-versiones, y contiene la canción más controversial de su catálogo, Spoliarium. Otra vez vamos con las explicaciones.

Para empezar, Spoliarium tiene su importancia en la historia cultural filipina. Si bien hace referencia al lugar donde los romanos tiraban a los gladiadores muertos terminadas las peleas, también es una pintura de onda medio romanticista y cargada de claroscuros del pintor filipino Juan Luna. La canción no hace mayor referencia a la obra más que en una mención y en el título, de hecho según Ely Buendía trata sobre alguien a quien le invitan un trago y termina muy ebrio, pero los fanáticos armaron tremenda leyenda urbana con la letra.

Resulta que en 1985, una joven actriz de cine llamada Delia Dueñas Smith, pero conocida como Pepsi Paloma en Filipinas (parte de una suerte de tripleta de actrices con apodos de bebidas, junto a Coca Nicolas y Sarsi Emanuelle [Sarsi es una bebida de zarzaparrilla que venden allá) se suicida en su apartamento. El caso queda como suicidio aparente y las razones esgrimidas fueron problemas económicos y familiares. Cosa rara, porque plata no le faltaba. Lo de la familia podía ser. Pero la cosa no termina ahí. En 1982, la joven Paloma fue abusada sexualmente por tres personajes famosos de la TV pinoy, Vic Sotto, Richie D'Horsey y Joey de León. Fue un junio cuando ella y la actriz Guada Guarin participaron en un programa junto al trío. Ya terminadas las grabaciones, los tres rasgaron su blusa y la besaron a la fuerza, mientras uno tomaba fotos. Después de eso, Paloma y Guarin fueron drogadas y llevadas a un hotel, donde los tres las violaron. Los hechos  fueron conocidos porque Pepsi Paloma puso la denuncia y los acusó en televisión. El gran problema es que Vic Sotto tiene un hermano político, que según contó ella la obligó a punta de pistola a eliminar los cargos contra los tres. Fijo que tenían miedo, si la pena por violación era (quizás sigue siendo) condena a muerte en la silla eléctrica. Los tres comediantes (así es, eran humoristas) dieron su versión en la tele, armaron toda una campaña para difamarla y hasta sugirieron que se levantara un toque de queda que impida la libertad de prensa. Pero ya con la renuncia de cargos firmada por Pepsi Paloma, los tres mateweas pidieron disculpas públicas en vivo, de rodillas, por lo sucedido. No obstante, y aun pasados los años, insistieron en que todo fue una campaña para impulsar su carrera.

Pasó el tiempo y la vida de Pepsi se iba en picada. La joven promesa del cine había caído en las drogas, terminó en un centro de rehabilitación y apareció en una película de explotación sobre su caso de violación. Se especula que todo eso fue lo que la llevó a suicidarse en su cuarto una tarde de mayo. ¿Pero que pasó con Guarin, la otra actriz que también acusó violación? Se conformó con la disculpa pública de los comediantes y siguió con su vida. Hoy no le gusta que le mencionen ese episodio de su vida.

Y la leyenda cuenta que Ely, siendo el hombre inteligente y estudioso que es, sabía la verdad y la plasmó con su clásico estilo críptico en la letra de Spoliarium. Dejo un análisis del internets para que vean, no me detendré a hacerlo. Además, hace poco Buendía ya confirmó que no tiene relación por ninguna parte con el caso, pero no deja de ser una leyenda urbana interesante.


Retomando la discografía, de aquí en adelante la carrera de la banda empieza a caer. Sus conciertos llenan estadios, sí, pero la crítica ya no recibe tan bien sus trabajos, acusados de estar cada vez menos inspirados. El 99 sacan "natin99" (nineteen-ninety nine, ¿cacharon?), que tuvo la peculiaridad de haber sido grabado muy en diferido, cada uno por su parte. Onda "tú hace esta parte de la disertación, tú esta y la juntamos al final". Y ya sabemos como resulta eso. Y así resultó.

Le toman tres años sacar un nuevo álbum, Carbon Stereoxide, que tampoco pega mucho, ni su giro lírico más "maduro" ni su rock alternativo más "agresivo". Vendió como las weas, y eso para una banda pop es la muerte. Los fracasos económicos y la falta de interés crearon roces en la amistad y un mal día, Ely Buendía dijo "chao lo vimo". Bueno, en verdad les mandó un mensaje de texto diciendo que se graduó. Nadie entendió nada hasta que la prensa hizo pública su salida. No obstante, la banda ya lo esperaba.

La separación fue un golpe bien doloroso tanto para sus fanáticos como para la misma escena musical filipina. Aunque cada uno seguía en la industria, no era lo mismo sin la banda y los buenos tiempos y sonidos entregados. Varios músicos sacaron un disco tributo, se lanzaron discos de singles y antologías, donde están las dos que les traigo ahora, que abarcan los porotos más granados de su carrera. El 2007 hicieron un par de conciertos chicos, como uno en una librería, hasta que en 2008 anunciaron un concierto único, que pasó por mil problemas hasta que pudieron realizarlo en agosto del mismo año, con la locación llena. Pero los problemas no pararon y tuvieron que dejar el concierto a la mitad, pues Ely Buendía estaba teniendo dolores muy fuertes de pecho. Nadie sabía que estaba enfermo, así que viendolo en la camilla con oxígeno lo dejaron hasta ahí. Y eso terminó en una angioplastía, de la que se recuperó. Hasta ahí llegó su historia...

¿O quizás no? El año pasado lanzaron por Spotify y otras plataformas digitales los singles Sabado y 1995, grabados en 2004, cuando no se esperaba que volvieran. Suenan más o menos como a esa época del Sticker Happy, así que igual piola ¿Significarán estos relanzamientos un regreso? Quien sabe. Yo digo que no.


Como notarán, esta es una salida de "itinerario" media rara del blog. Si bien en estos 10 años he posteado harto de todo, nunca me he lanzado ni he mostrado predilección por la música radial. La cosa es que, a medida que uno crece, empieza a dejar de lado prejuicios. Si los hubiese escuchado en el 2007 nica los hubiese pescado. Pero los años pesan y si una melodía te recuerda un poco a los buenos tiempos idos, matanga, venga pa acá. Y además me gusta seguir la música de lugares abandonados por la dizque cultura occidental. Espero que les gusten tanto como a mí. Si les gustan harto, esperaré a un total de posts indeterminado para ver si subo la discografía. Si no, esta antología igual está bien buena tanto para conocerlos como para fanáticos acérrimos. Ah legal, los links del Anthology 1 y del Anthology 2. Es que hace sueño.

Feliz año nuevo atrasado y nos vemos en febrero con alguna de esas weás raras que nos gustan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario