sábado, 31 de octubre de 2015

Shub-Niggurath

 Por la conchesumomias de Guanajuato, pasan los días y aún no hay panorama con amigos para este fin de mes. Para colmo acabo de encontrar a una mina en internet a la que "conocí" en la pega y tiene todas las características de las que me mandaron a la chucha antes. No tiene nada que ver, pero tenía que enojarme más. Para mí halloween es como el día de los enamorados: un día que sé que es comercial por más significado que le dé, pero que me es "importante" y que me gustaría celebrarlo con alguien, pero siempre termino pasándolo solo, sentado frente al PC con un paquete de doritos apoyado en mi guata. No lo había pensado, pero suena como un buen panorama; de hecho, yo cacho que repitiéndome las tres " El Regreso de los Muertos Vivientes" la hago de oro. Es más, tengo unos libros de terror pendientes a los que podría darles el bajo y, de paso, vean si les tincan: "El club de los parricidas" de Ambrose Bierce, "Historias espeluznantes" de Arthur Conan Doyle (ambos de ed. Valdemar), "Los mitos de Cthulhu" de master Lovecraft (ed. Alianza) y el ensayo "Fantasmas del norte" de Patricio Rivera Olguín (ed. RIL). Tengo otros más bacanes por ahí, como "Un fantasma inconsistente y otros cuentos" de M. R. James (ed. Valdemar nuevamente) y "Fantasmas y casas embrujadas de Chile" de César Parra. A manera de reseña mula, les diré que no miren a huevo a Doyle como autor de terror, que es muy conocido por las novelas de Sherlock Holmes, pero tambien era un firme creyente en el espiritualismo, por lo que sus relatos se tiñen de las creencias pseudo-científicas de esta corriente religiosa y busca justificar y aumentar la presencia de lo paranormal. Creo que los fanáticos más acérrimos ubicarán todas esas novelas, pero no mucho "Fantasmas del norte" y el casas embrujadas de César Parra; el primero es un ensayo que busca relacionar la creencia en fantasmas, principalmente en la región de Tarapacá, con la esperanza humana de mantener vivo el recuerdo de quienes se fueron, muy en la onda de un ensayo socio-antropológico pero sin citas infernales a autores que no tendrás la paciencia de leer. Aún así se apoya en una bibliografía sólida, pero ayudado más que nada por testimonios orales. Por otra parte está el libro de César Parra, que a más de alguno de ustedes los habrá guiado por el Cementerio General de Santiago o lo habrán visto vendiendo pomadas en la tevé pública. El libro no es malo, de hecho entrega hartos datos paranormales anecdóticos sobre cada región, de norte a sur y previo a la "nueva" división regional, de esta franja de andesita y rocas metamórficas, con historias que nunca habrías imaginado que pudieron pasar acá y que dificilmente encuentren en internet, como una aparición de un yeti extraterrestre en el Cajón del Maipo entre otras bizarrerías. Los únicos detalles que me impidió disfrutarlo fueron sus muchos errores de edición (cosa perdonable aquí y en mi cuenta de facebook) y muy confusos, pues te cuentan una pequeña historia en una parte, te meten otra y luego te repiten la anterior con ligeras modificaciones sintácticas. Sé que esta edición está por agotarse, así que si vuelven a reeditarla porfa corríjanle todo.

Paremos el webeo literario y pasemos al musical, que no me pagan por vender libros en internet, aunque nadie me pide estos en directo y quedo acumulado... se pierden puro win y llevan la aberración de Kayser...
Antes que terminen de leer el título y digan "aaaah, a estos culiaos los conozco, son la zorra" con sus voces de metaleros gordos chascones les aclaro que no no no nenoides, no se confundan; si vinieron por los Shub-Niggurath de México clickeen la flecha pa'trás, esto es otra volá mucho más llena de sombras en movimiento y sacrificios humanos. Me gusta el grindcore, pero estos son otros dominios y si buscan lo extremo saldrán llorando por no encontrar baterías anfetaminadas ni cantos guturales, pues lo que abunda acá son el trombón, los ritmos percusivos del jazz, teclas frenéticas, una guitarra malherida y la voz inquebrantable de una soprano que invoca a las entidades más viscosas de las esferas exteriores. Esto es el Shub-Niggurath de Francia y de los 80.
Muchas enciclopedias del rock progresivo dicen que Shub son puro zeuhl, que son el sucesor darks de Magma pero hay muchas diferencias notorias sin necesidad de usar luz negra ni lupa para encontrarlas. La primera es que el zeuhl, estilo y término creado por Christian Vander para la música de su banda "jazz-fusión-en-busca-de-identidad" Magma, con todo un lenguaje (kobaïano) creado para el concepto espiritual y espacial de cada uno de sus álbumes; ritmos que combinarian el gospel con matices casi militares, con "llamado y respuesta", muchas repeticiones así como variaciones abruptas, más una línea de bajo proto-funk que pareciera no combinar con la monstruosidad del rock sinfónico, pero que logra encajar. Shub-Niggurath no tiene nada de eso, por ende sería zeuhl si nos ponemos a picar fino y notamos que su batería (hablando de los primeros trabajos) aletea por todas partes como la del Vander de la primera época, mas es una característica heredada de sus raíces jazz. Quizá el sonido pomposo que le imprime el trombón, pero no, siguen faltando elementos para considerarlo una orquesta zeuhl. Talvez el bajo palpitante que dirige nuestro ritmo cardíaco o la voz cacofónica que acompaña a la guitarra para acompañarla como las únicas notas agudas entre tanta oscuridad de baja frecuencia, pero no. A pesar de todo esto, considerando que ellos se declaraban seguidores del sonido de Magma y porque es más fácil así, dejémoslo como zeuhl. Digo, así podemos clasificarlo más fácil para el que quiere guiarse.

 Los orígenes del grupo se remontan a 1983, cuando el bajista Allan Baullaud quiso rendir tributo a este estilo tan raro como es el zeuhl junto a Frank Fromy (guitarra), Franck Coulaud (batería y percusiones), Jean-Luc Herve (piano y órgano) y las señorritas Ann Stewart (voz) y Veronique Verdier (trombón). Para quienes cachamos a Lovecraft el nombre de la banda nos es conocido, pero para quienes aún no leen su prosa arcaica y no apta para impacientes, Shub-Niggurath es un dios/diosa de su panteón de seres adimensionales y tentaculados, venerados por humanos y seres extraterrestres que necesitan ser devorados por alguna entidad superior. Como el cristianismo, pero con más mucosidad y tentáculos. Tenían buena aceptación entre los fans de Magma y del RIO, si hasta su disco homónimo del 85 se vendió super bien para ser un cassette autoproducido. Este ya nos introduce a un mundo cargado de frecuencias bajas, gritos agonizantes y explosiones repentinas de caos, lo que le hace más honor a su nombre que la banda mexicana. Entresol, por ejemplo, comienza con un ligero drone que no sé si es un rugido o distorsión de la guitarra sumado a los platillos, pero evoluciona en lo más cercano al zeuhl que podrán escucharles, con un piano que a ratos apenas se escucha sobre la guitarra que algo busca articular encima de una batería a lo Chris Cutler de Henry Cow en su época de Art Bears. Esta e "Introduction" (que lel no es la que abre el disco) son las más digeribles para quienes no quieren prestar oído a composiciones largas, pero si son de ESE tipo de gente jódanse, porque joyitas de 15 minutos como "Barback" demuestran por qué el grupo tuvo buena crítica desde un comienzo. El trabajo de Shub-Niggurath es como los principios erísticos y anerístico aplicados: caos aparente y orden aparente. El disco termina con "In Memorium", un tema menos cargado a estallidos repentinos de pánico, pero quédense con el riff de piano que abre la parte instrumental, porque se parece mucho a la guitarra que nos recibe en el segundo opus de Shub-Niggurath y en su primer disco de factura profesional.
Les Morts vont Vite... el primer disco de Shub que escuché y, puta, no andaré con rodeos, les juro que me enamoré de esta preciosidad desde la primera vez que lo escuché, tanto por los trombones maléficos como por la voz de Ann Stewart. Hice dibujos alusivos a cada tema, le hacía historias de trasfondo basándome en los títulos, me imaginaba como habrán sido las dos mujeres de la banda y tenía que ser soundtrack obligado para cada survival que jugara. Pasando a los temas, empieza la música y ya sabe a que viene, ya leyendo el primer tema titulado "Incipit Tragedia", que del latín al eshpañol sería "Aquí comienza la tragedia" nos topamos con una voz soprano aullando con algo que suena como el tritono pero no es el tritono, que ya huele a banshees, muertes y casas mohosas donde alguien murió y se manifiesta mediante sangre brotando de las paredes. De hecho, Cabin 67 me sonaba mucho a alguna habitación cargada de poltergeists espantando a sus dueños a punta de platos voladores rompiéndose en sus cabezas, pero luego de 5 minutos llega "Yog-Sothoth" con sus 12 minutos de tensión y amenaza, como describiendo los eventos que acaecieron en el granero de los Whateley y la captura de la cosa que escapó de su casa, con la que Henry Armitage y compañía libraron un feroz combate en la cima de un cerro, donde éste ser invisible, muy parecido a su padre Yog-Sothoth, logró ser destruído. "La Ballade de Lénore" es otra pieza de mucha belleza oscura y estallidos descontrolados de energía, inspirados por el poema gótico Lenore (o Leonora, según la traducción) del alemán Gottfried Bürger, obra que también inspiró a Horace Vernet, célebre pintor francés del siglo XIX con influencias orientalistas, a plasmar su cuadro La Ballade de Lenore, que a su vez sirve como portada para este disco. Difícil que sea de otra manera, pues esta pintura es puro miedo encuadrado, detallando muy bien la escena final del poema en que... bueno, léanlo y de paso notarán que el título "Les morts von vite" es una línea de esta obra y dice en español algo como "los muertos son veloces". "Delear prius" ya es paja, es una suerte de ojo del huracán para "J'ai vu naguère en peinture les harpies ravissant le repas de Phynée", una pieza con un título tan largo que tuve que copiar del internets y una historia personal tan weona que la contaré porque rellenaré para evitar el hambre. Pasa que la primera vez que me bajé este disco, onda 2006 más o menos, lo hice por eMule, así que fue una paja suprema tenerlo, y después de sacarle todo el jugo me di cuenta que Cabine 67 sonaba igual igual al susodicho tema. Es más, era la misma weá, calcada con pulso firme y sin errores. Fue entonces que un buen samaritano la subió a youtube y por fin pude salir de la duda, dandome de bruces con un tema intempestivo y cargado de malicia que cerraba mucho mejor el disco a como lo tenía antes.
Eso con Les morts vont vite.
La banda pasó 5 años sin sacar un solo disco, solo de vez en cuando colaborando con algunos compilados en que Musea lanzó lo más audible de su repetorio zeuhl (Enneade) y otro compilado, muy raro de encontrar por cierto, tanto en físico como en digital, con la banda experimental Sleaze Art (Dithyrambe), sumándole un disco en vivo que tuve hace muchos años en mp3 y perdí en una de las tantas formateadas. Varios miembros salen de la banda, otros entran y otros simplemente cambian de instrumento, hasta que por fin lanzan su nuevo trabajo en 1991, titulado C'etaient tres grand vents. Se nota que tocaron harto con Sleaze Art, porque se ve un cambio super notorio en el sonido de la banda. De los estallidos jazzisticos demoníacos del disco anterior pasamos a una banda que se toma su tiempo, su largo tiempo, construyendo una atmósfera cada vez más pesada, obviamente ayudada con el trombón y con la guitarra cada vez más distorsionada, levantando poco a poco un mausoleo sonoro que, después de casi 6 interminables minutos, logra desmoronarse en una batahola casi improvisacional de golpes de cada instrumento. Porque para ser tantos temas igual son cortos, en comparación con los más de 10 minutos de cuatro piezas del otro disco, pero el tiempo que les toma llegar a algún punto las hace casi indigerible. Hasta Univers Zero, banda vieja experta en crear ambientes tétricos y tensos de casi 20 minutos, puede mantenerte interesado por al menos 18. Al final no hay muchos temas rescatables en este disco, mucho menos memorables, pero eso no significa que todo sea malo, si la cosa es tener harto tiempo para poner oreja y terminar gustando de piezas como "Ocean" o la confusa "La Nef de Feu". La primera vez que lo escuché no pude evitar preguntarme "que pasó Shubby, antes eran chéveres" y sentarme en un rincón a llorar por todo el tiempo que había invertido deseando el disco y buscándolo por todos los P2P disponibles. Lo positivo es que, si mal no recuerdo, este disco (o el de Archaïa) me motivaron a dejar esas redes virulentas y tirarme un piquero a la frondosa montaña de ropa americana que es la internets con su descarga directa. ¿Conclusión? Si quieren algo que suene de fondo mientras duermen y buscan explorar el fascinante mundo de las pesadillas, quieren asustar a algún cabro chico poniendo música en la oscuridad o quieren algún soundtrack para cuentos de fogatas, full recomendable. Aún así no es la gran weá; al menos no es la respuesta superior a Les Morts vont Vite.

 Después de recibir una respuesta no tan auspiciosa como la recibida con sus trabajos anteriores, Shub-Niggurath siguió tocando en lugares pequeños y en algunos festivales de viejitos, espantando a los que querían su material antiguo con ruido e improvisaciones flotantes llenas de más bajos que altos, sea en sentido sonoro o en coherencia/cohesión. Entonces nuestra historia llega a su casi-fin en 1995, cuando el bajista, fundador y única figura estable dentro de la banda, Allan Ballaud, muere de cáncer y el resto de la banda lanza Testament, un álbum pajero e inestable a cagar que tuve en mi posesión digital también, pero quedo en otro pc. Si lo consigo por ahí lo subo, pero la verdad es que, si les gustó harto Shub-Niggurath y quieren todo lo que hayan sacado, les serviría como material de colección y nada más. Porque en digital ni pa trancar la puerta serviría. Por el 2003 sacaron Introduction, que también tuve (¬¬) y también perdí (¬¬x1000), aunque no se pierden de gran cosa, porque al parecer lo borré pues es el disco homónimo remasterizado lo mejor que se pudo. Igual si lo consigo lo subo.

 Ya, felices jalogüines y próspero año nuevo, espero que vean películas buenas y se les carien los dientes amén.


1985- Shub-Niggurath

1986- Les Morts Vont Vite

1991- C'etaient Tres Grands Vents

3 comentarios:

  1. muchas gracias por el gran aporte, pensé que no encontraría el "C'etaient Tres Grands Vents" pero es una alivio que aun siga en internet, saludos!!!!

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  2. muchas gracias por el gran aporte, pensé que no encontraría el "C'etaient Tres Grands Vents" pero es una alivio que aun siga en internet, saludos!!!!

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