domingo, 1 de septiembre de 2013

The Beach Boys - Pet Sounds (1966)


En los últimos días no he estado muy ocupado como para explicar porque paró mi motivación para subir los cientos de discos que falta subir, pero han estado... raros, por llamarlos de alguna manera. Porque no han sido malos, de hecho hace poco como que algunas cosas se ven re pulentas, como retomar contacto con gente (ok, con una persona) con la que hace tiempo que no hablaba, pero por otra parte aparecen tragedias, como (esto no es tan tragedia, porque ya pasó el tiempo) el aniversario de la muerte de mi perra y otras ya ajenas a mí, como la pérdida de alguien que una amiga quería mucho. Digámoslo, fue su papá, así sabrá que esto va para ella. No sería prudente ni caballeroso (dos adjetivos que últimamente no se me aplican) comentar circunstancias, decir nombres ni dar detalles, pero quiero aclarar por este medio que si no hemos hablado desde esa conversación por celular (y desde antes) es porque por internet no sé con quien chucha estoy hablando, si contigo o con "ése". Como sea, ese día que hablamos fue para esa noticia que, si bien se veía venir, me llegó fuerte; digo, a tu papá lo estimaba harto, si nos conocemos todos desde hace años y según me dijo me consideraba "buen cabro" y siempre (al menos por ese tiempo en que estuvimos hablando por facebook) me pedía que cuidara a su hija y todo eso. Un papá muy amoroso y un vecino chistoso. Y fue por eso, también, que no pude esconder las lágrimas cuando le conté a mis papás lo que había pasado; aunque también debo confesar que el sentirte tan triste, así de golpe después de tanto tiempo de silencio, también fue catalizador lacrimal. Ahora, en honor de los viejos y buenos tiempos, hice este post con el grupo que ambos gustabamos: Los Beach Boys.

Sé que hay mucha gente que puede sentir rechazo hacia los beach boys porque, mal que mal, eran una boys band, el equivalente sesentero de los Backstreet Boys o esas banduchas nuevas que no nombraré para no tirar chispas sobre un posible pajar, y la respuesta comercial gringa a la invasión británica que encabezaban los Beatles. Junto a eso, sus letras no eran precisamente un reflejo de la actitud contestataria que se veía en las calles, sino más bien cantos al estilo de vida narcisista de los surfers, que consistía en carretear, salir a pescar minas en sus autos y surfear con minas en carretes playeros (con autos). Por aquel entonces la escena pop en Estados Unidos (léase pop lo que hoy llamamos rock clásico) se encontraba medio atascada, con rasgueos poco rebuscados y cuatro acordes que te hacían millonario [lel referencia a Porcupine Tree hurr hurr], con la excepción de los rockeros que se unían a la corriente psicodélica y otros que mantenían su línea country/blues/música de tele, mientras los Beatles continuaban con su onda psicohindúmarihuanera y siendo más populares que Jebús. Parecía que solo en ellos y solo allá la música respirara aires más experimentales y aventureros, hasta que una noche (me gusta creer que fue de noche) un pequeño dictador llamado Brian Wilson tuvo un sueño, un sueño lúcido en el que el pop rock no tenía que ser necesariamente plástico, un sueño utópico en que la música estaba compuesta de arreglos casi sinfónicos grandes que sonarían como Wagner y Burt Bacharach juntos, un ensueño idílico en que él llegaba a un estudio de grabación, después de meses de no ir a tocar en vivo para quedarse en casa a escribir y componer, y decía "ya weones, ahora las cosas se hacen como yo les diga" con total prepotencia, pero a la vez con amor. Todo esto alimentando con la poderosa llave abrementes conocido como dietilamida de ácido lisérgico. Ahora, mi abogado me sugiere que les diga que la descripción de su sueño no fue tal y que quizá nunca existió dicha alucinación, pero si hay que tener algo presente: Brian Wilson, voz principal de las armonías y guitarrista ocasional de los Beach Boys, experimentó con el ácido (posiblemente) tras escuchar Rubber Soul de los Beatles. Al fin y al cabo, gran parte de los discos clásicos psicodélicos son frutos de viajes en ácido, así que no hay que horrorizarse... digo, si alguien a estas alturas se horroriza con la mención de un viaje lisérgico o si alguna anciana perdida por internet entro para leer algo.
Tiempo después, tras varios viajes en busca de sentimientos, emociones y ácido, las letras ya estaban listas y el estudio lleno de instrumentos que otras bandas de rock no usaban, como clavicordios, theremines, cuerdas varias, percusiones orquestales, bronces... pero los cabros no se veían muy contentos con esto, era como si su credo surf nunca practicado estaba siendo violado, pero Wilson seguía seguro con su pega y empezó a sentirse como un genio demasiado adelantado a su época y poco comprendido (lean la letra de "I wasn't made for these times" y se darán cuenta). Listo, discusiones aparte y varias sesiones orquestales, instrumentales y equalización de armonías vocales después, en un trabajo extenuante de producción que involucra muchos términos que, como aficionado, no manejo y que pueden encontrar en cualquier página o texto escrito por un conocedor del tema del cual solo sé que Wilson usó el estudio como un megainstrumento para crear ecos y resonancias con el fin de otorgar más colores al sonido orquestal que se estaba alcanzando, Pet Sounds ya estaba disponible para todo público, rated OM for Obra maestra.
En términos musicales, nada que decir; profesionalidad y perfección máxima en la ejecución de instrumentos, sonido envolvente a pesar de haber sido grabado en mono, hay una armonía perfecta entre la letra, la música y el sentimiento que deben emanar las voces en relación con los dos elementos anteriores. Tuve la suerte de encontrar una versión del 90 en que vienen las canciones en mono y estéreo, permitiendo notar la diferencia entre ambas calidades (con una buenísima conversión a estéreo) y lo bien que suena en mono a pesar de las limitancias de ese formato. Por otra parte, en cuanto a las letras, (que son lo que siempre me engancha a la música) pienso que el salto que pegaron de cantar sobre mujeres, arena y carretes a escribir sobre relaciones hermosas o tortuosas y problemas de juventud los ayudaron a pasar a la historia musical y a ser un ejemplo para artistas ambiciosos de todo el mundo. No se porque, pero a pesar de lo alegre y romanticas que son varias canciones de este disco, lo encuentro medio deprimente. No en el mal sentido de la palabra, claro, sino que las letras me suenan tan... lejanas, inalcanzables o me traen a la mente escenas de lo que nunca pudo ser con algunas personas (si, mujeres) que quise mucho años atrás. A pesar de eso, lo escucho siempre que puedo, sobre todo cuando estudio, y de verdad que me ayuda. Hay tanto sentimiento y hermosura en cada nota que me relaja como pocos discos logran hacerlo, abriendome la mente para leer sobre otras ideas o cubriendome cuando me dan ataques de introspección crónica. Siento que tengo tanto que decir sobre las canciones como "Wouldn't it be nice", "Here today", "That's not me", la dulce "Don't talk (put your head on my shoulder)", "God only knows" que lamentablemente fue usada en publicidad de una conocida multitienda, y la dolorosa "Caroline no"... pero a la vez las palabras no podrían describir lo que me transmiten tales canciones. Creo que solo mis amigos más cercanos sabrían lo que intentaría decir con los balbuceos que diría a cualquier persona o que escribiría. Pero aparte de lo que crea o sienta yo con su contenido, este disco debiese ser escuchado por todo el mundo y sobre todo en clases de música, donde deberían pedirle a cada cabro chico que "sienta" la música del primer al último tema. Y no solo soy yo quien lo dice, si varios rankings de discos ultra recomendables lo tienen entre los primeros; así que si eres músico y buscas aventurarte en algo más elaborado podrías inspirarte un poco en este trabajo que le costó la carrera a Wilson cuando falló su venta en EEUU (mientras en GB pasaba lo contrario) y no permitió que Smile tuviera éxito. Esos son los riesgos de ser tan bacán en la época equivocada.
En su memoria, señor A.

PD: ¿sabías que Brian Wilson no tenía problemas a la vista pero en toda la sesión fotográfica del Pet Sounds se le ve con lentes de marco grueso? Según el los usaba por razones idiosincráticas (porque le paró la raja, en buen chileno), supongo yo que para hacer juego con esa faceta de artista intelectual que mostraba... listo, ahí tienen al primer hipster registrado. Vean su peinado, sus lentes y ropa y ahí lo notarán.

2 comentarios:

  1. Me pichuleo la DMCA otra vez. A la mierda con esos.
    https://mega.co.nz/#!iFQzxCrC
    key:
    !aK7jmTSfTLL9RfEgCEedxmj4eewHWLOpq86-eH2tgKg

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