domingo, 18 de octubre de 2015

¡Psicoticos Billy!!!

Hace unas semanas (o la semana pasada, no tengo idea del paso del tiempo) Gonzalo Frías mencionó este simulacro de blog en su página de 7mo Vicio en facebook y quedó la cagá. Digo, no quedó la cagá como uno imaginaría leyendo tal palabra, pero el gráfico de estadísticas hizo mierda el post de Oye Arnold y encogió a las otras visitas, con más de 2000 visitantes en un solo día. Claro que le agradecí por considerarnos (plural mayestático/editorial, no se confundan) uno de sus blogs favoritos y a la vez le agradecí la existencia de su programa, donde varias veces me he topado con documentales buenísimos de Pink Floyd y Mike Patton. Por otra parte soy muy paranoico, quizá a un nivel clínico, y no podía dejar de pensar que me borrarían cada post con trabajo de disquera grande, como pasó una y varias veces con el Pet Sounds de los Beach Boys. Como sea, gracias a los que agradecieron, a los que empezaron a seguir el blog y a las dos minas que me agregaron en facebook pero a quienes no acepté porque en realidad no soy tan interesante ni en dicha red social ni en la vida real. Mis amigos me webearan cuando vean una de las que me agregó y noten que aun no la acepto, pero es que por muy pelirrojanaturalonduladaneohippieartsyfag que sea, y por mucho que viva en La Serena y quede cerca de mi vieja ciudad, el amor tiene caminos extraños. Eso lo aprendí hace tiempo y lo reforcé con Katawa Shoujo. Y claro, puede que no tenga que ser necesariamente amor lo que nazca, pero meh, si quiero una amiga que sea en este desierto y no donde tenga que usar whatsapp para hablar con ella.  En resumen, gracias pelao Frías, ahora le ofreceré tu libro a cada cliente que vea. Ahora pasemos e inauguremos el especial Halloween, entremezclado con el especial fiestas patrias atrasadas para mayor efecto.

Puta que me gusta el rockabilly wn. Soy muy fanático del rock progresivo desde que me puse a escuchar con atención las melodías de Deep Purple y Pink Floyd, que me derivaron a bandas más elaboradas en cuanto a ejecución y cromaticidad, pero desde que escuché por primera vez La Torre de Babel de Los Tres y los temas de Los Prisioneros en sus tiempos de Los Vinchukas, supe que el rockabilly era la luz a la hora de frenar la sesera. Nada de andar notando cambios raros de tiempo ni fusiones impensadas, solo ponerse los audífonos y sentir mi copete bien peinado recibir el viento del campo con guitarras country y toda la vibra primigenia del rock and roll. Pero como en la evolución natural del estilo, conocí el psychobilly y salí a la cresta. En resumidas cuentas, el psychobilly es rockabilly con bataca punk, toques de Rythm and Blues y temática... no necesariamente gore, pero si muy ligada al espíritu de las películas B de los 50-80, con hartos asesinos en serie, minas pin-up, hot rods y sexo. Son una exageración de lo que caracterizó una década y de la onda de la edad de oro del rock and roll, pero la verdad es que muchas veces pasa a ser un estilo de vida. O lo era hasta que se confundió mucho con la onda punky y lo psychobilly se volvió cada vez más difuso en términos de "modus vivendi". Antes era una onda muy cercana a la de los "greasers" gringos, que eran los jóvenes de clase media amantes de los autos y de los enchulamientos prácticos de estos, de las carreras y de agarrarse a combos y cadenazos con otros cabros por las minas. El rockabilly no era más que la música de fondo de esta generación, pero fue en los 70, cuando esta corriente musical presentó un revival, que empezó a ser considerada más una subcultura. Cito a mis favoritos, los Stray Cats, como los portadores de la antorcha de una nueva camada de músicos amantes de Elvis Presley, Johnny Cash y Ritchie Valens. Pero no fue hasta finales de esta década cuando algunas bandas punk de ambos lados del Atlántico quisieron darle un toque más vivaz, actual y callejero al rockabilly, y también es aquí donde entra la disputa. En la costa oeste de EEUU, precisamente en la cuna de varios artistas favoritos de la casa conocida como California, The Cramps tiñe su garage rock (garage punk suena demasiado perogrullesco) con los colores campiranos del rockabilly y empiezan a promocionar su música como "psychobilly", lo que en cierto modo es correcto, pues muchas letras de la banda comparten las del posterior movimiento, pero musicalmente siguen sonando rockabilly. A pesar de ser una suerte de punk, no hay guitarras rápidas, contrabajos reventados y la estética no se asoma a los mohicanos y las chaquetas de cuero características (aunque la pinta de Poison Ivy se acercaba un poco al pin-up, que con los años se acercó más al original cincuentero y las minas marihuaneras terminaron funando [de hecho he visto varias minas así y pienso "oh la raja, una fanática del rockabilly, pero siempre son puras alumbradas fans de Kimany Marley]). En el otro extremo del océano traga-Titanics, en la helada y neblinosa Londres, un grupo de músicos de rockabilly buscaba experimentar más allá de su sonido y metieron punk de lleno en el sonido de la banda, creando el psychobilly tal cual es hoy. Es por esto, y casi con toda propiedad, que The Meteors pueden usar su autoreferente slogan "Solo The Meteors son psychobilly puro" y que en sus siglas en inglés reducen a OTMAPP (sigla que encontrarán hasta irritarse en cada video de ellos en youtube). Lo que no entiendo es si los fans gritan OTMAPP o weá, porque no sé, se me hace medio aweonao. Es algo como para rayarlo en el water de algún bar o en la mesa del colegio. Como sea, pedazo de banda y sí, es verdad que directa o indirectamente todos los músicos psychobilly le deben algo.

Como les contaba, La Torre de Babel de Los Tres fue mi primer contacto con el rockabilly cuando era chico y más allá del flirteo ocasional de la banda con el rockabilly, no podía encontrar una banda que se dedicara completamente a tal sonido, así que menos expectativas tenía de encontrar psychobilly en el terruño. La cosa cambió por el 2009, cuando mi hermana (que entonces era gótica) empezó a escuchar Voodoo Zombie y en un principio no la pesqué, porque teníamos límites tácitos de su música y mi música, pero no fue hasta que un halloween del 2011 aprox la banda se presentaría en Coquimbo que me decidí a escucharlos, aunque al final no fué la tocata por problemas de organización con el pub. Fue como el hoyo, pero me sirvió para conocerlos mejor... ¡no, miento! los conocí en el comic nacional Zombies en La Moneda, donde hacen un cameo como una banda resuelve misterios, pero si, formalmente fue antes de la tocata fallida. Aunque su música me gustó harto, no me sentía saciado con tan poco psychobilly en este país. Además la voz de Katona tiene muy pocos puntos rescatables en contraste con los insalvables. Con tan poco material seguí con mi rockabilly y mis Nekromantix y Meteors, hasta que pasaron los años, me cambié de ciudad y llegó e día en que me juntaría con unos amigos en la casa de uno de ellos un día con poca locomoción.
 No recuerdo que estaba haciendo esa noche, pero creo que de pronto, en un arranque de aburrimiento e inquietud pre-junta, escribí "psychobilly chile" en google para ver si saltaba alguna tocata cerca o más bandas para meter al pendrive. Fue así como llegué a una página de facebook llamada Psicóticos Billy. Psychobilly Rockabilly Surf Country from Chile y solté un "QUE CHUUUUCHA" de sorpresa. Tenían fechas de tocatas de bandas de los mencionados estilos y un listado muy grande de representantes del género en el país. Lo mejor de la vida y de esa noche vino cuando tasé la sección de información y tenían dos links con un par de compilaciones realizadas por la página con material de todas esas bandas. Dos temas por grupo de puro psychobilly, punk y surf rock directo desde las vísceras de nuestra tierra. Lo mejor es que no tenemos nada que envidiarle a los gringos ni a los europeos, pues nuestras mujeres cantan bien, sus contrabajos suenan tan fuertes como los de Kim Nekroman y el ritmo te invita a moshear/bailar/poguear/coitear aquí y en las islas Andamán. Metí el primer disco en el pendrive, pesqué mis cosas y bajé a esperar la micro por 40 minutos, hasta que llamé a mi amigo, le dije que no pasaba niuna weá de micro porque [genius] era domingo y era tarde en horario de transporte, así que volví a subir y, aunque estuve muy solo, no me aburrí porque PSYCHOBILLY CONCHETUMARE.
En ambos compilados encuentran lo más destacado, nuevo y clásico del psycho y rockabilly chileno, desde Voodoo Zombie, que en cierto modo "popularizó" el estilo, hasta viejitos como Los Bandoleros de Teno, que algún otrora veinteañero de los 90 recordará como los cabros medios tirados a country que tocaban "Angustiado desahuciado". Si se inclinan más por esa apuesta, escuchen a Andrés Lecaros y Los Forajidos en el segundo disco, con más Tex-Mex saliendo de sus amplificadores. Hay bandazas con temas super cortos que te dejan muy caliente, como los Cocodrilos Rockers y también tenemos a Surfin' Caramba, con un tema engañoso (La guitarra del diablo) que me recuerda más a La Renga que a lo rockabilly; por eso suelo saltarme esa canción. Weás de gustos personales, porque Navegando en la tormenta es mucho mejor. La verdad es que hay de todo para los fanáticos del género y espero que, como a mí, les sirva como una puerta de entrada a este estilo que creía no estaba tan bien desarrollado en el país. Mis felicitaciones a cada banda, vida larga y próspera y saludos especiales a Aby Badgirl de Cuentos d' la cripta por sus fotos pin-up en pelotilla, a Angela Von Teese porque 1313, a Cocodrilos Rockers porque son muy bacanes, a la mina de Arkana Calavera porque es como escucharme a mi cantando con la nariz tapada y sobre todo a quién estuvo a cargo de la compilación, por revelarnos todo el talento que nos perdiamos quienes gustamos de las guitarras asesinas del rockabilly y los ritmos playeros y enfermos del psychobilly.

Psicóticos Billy. Psychobilly from Chile

Psicóticos Billy- Psychobilly from Chile vol. 2


1 comentario:

  1. Se agradece la dedicación master!
    Se ha mandado los tremendos aportes

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