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sábado, 19 de noviembre de 2016

Zeal and Ardor- Devil is Fine (2016)

 Algo que aprendí viendo Los Simpsons desde siempre es que un especial de Halloween igual puede hacerse en noviembre porque razones. Fueron buenas fiestas, ¿no? Claro, muy como las weas, super fomes y con trabajo, pero participé en un concurso de disfraces de Los Simpsons Chilenos y aunque no gané puedo decir que fue un placer participar con el irlandés y la señorita de las curvas pronunciadas. Después de eso PAF! dos semanas de conjuntivitis y ojos de tomate. Pero faltó algo, hacer la tarea y traer la música que, según Jackie DeShannon, el mundo necesita ahora. No, no era amor, entendieron mal. Y fue Hal David, másquenlo "anal retentives".

 Si en el post anterior le tocó a Dios en calidad de juez ser el personaje principal, ahora le toca al otro weón: el cachuo.
 La página de Facebook de The Holy Filament ya ha contribuido más de una vez en presentar nueva música: me pasó con Lerdo, con Sorbaco, con bandas de colaboradores de Patton (no necesariamente buenas ni intedezantes) y por abril presentó una primicia de bandcamp, la plataforma online que miles de artistas independientes usan para promover sus trabajos y ganar su platita. Emm, claro, ahora le estoy quitando unos tantos, varios, billetes al muchachón, pero queda en ustedes comprarlos con mejor calidad, ¿no? Yo no soy tan de comprar el mp3, no sé, no se me da. Bienaventurados aquellos que sí lo hacen (me retracto, lanzó este EP en formato vinilo, así que si les interesa llevarle un regalo pal abuelito regalón ya saben que comprar).
Ah, a lo que iba. The Holy Filament publicó por esas fechas un artículo sobre una "banda" llamada Zeal and Ardor, que presentaba una innovadora mezcla entre el blues y el black metal. Mira po weón, BLUES y BLACK METAL. ¿Que tienen en común? Bueno, que son negros. Lel. No, estoy webeando, la verdad es que son estilos muy disímiles, a pesar de que el rock, hijo y padre de ambos estilos, comparten raíces pues suenan completamente diferentes. ¿Como se combina eso, entonces, para que no suene mal?
Si algo hemos aprendido hasta ahora, después de escuchar tanta cosa, es que puedes mezclar lo que sea y siempre quedará bien. Bueno, hay que saber hacerlo, obvio, pero si no igual habrá alguien que guste de lo que lograste. El mundo es grande y lleno de gente miserable abierta a todo. Aparte siempre insistiré con que el futuro de la música está en la fusión extrema.
 Para empezar, la banda en realidad un proyecto del músico multi-instrumentalista neoyorkino Manuel Gagneaux que algún día pensó que sería gracioso escuchar gospels pero dedicados al diablo. Es más, aunó ideas cuando presentó su música en la sección /mu/ de 4chan, donde cohabitan snobs y trolles por igual y hacen mierda o adoran a muerte todo lo que emita sonido, y vio que su música era bien recibída, obviando a los clásicos troles que pasaban de /b/ a /mu/ por joder un rato. En un thread todos posteaban un estilo musical que les viniera a la cabeza y lo típico, salió harta mierda rara entremedio, pero por ahí vio "nigger music" y "black metal", que lo llevó a pensar ¿por qué no? Y eso deja claro también que no es solo blues lo que Gagneaux metió al caldo, pues también puso una pista electrónica más cercana al hip-hop, hartos toques de rythmn and blues y el ya mencionado gospel; todo lo que le sonara a negro. En su juventud fue asiduo a varias bandas de black metal y recordando su pasado dizque malulo pensó en como sonarían canciones de plegarias pero dirigidas al diablo. Que decir po, el resultado pega. Sobre todo porque Manuel tiene un vozarrón rasposo digno de un bluesman de los años 30, como si sus genes recesivos se activaran cada vez que hace atronar sus cuerdas vocales y diafragma canalizando a los fantasmas del sur de los Estados Unidos. De hecho no son pocos los que creen que la voz está sampleada de algún músico de la época, porque puta que suena igual.
 A la primera mención de "blues metal" nos viene la pregunta que abrió el tema: ¿que tienen en común? En lo acústico espero que, como yo, compartan lo ya dicho, que todo puede combinarse si se usan las herramientas adecuadas y se tiene talento para equilibrar los elementos, pero la similitud en este caso va más allá de la práctica y del blues como base primigenia del género y todas esas weás. Lo primero que pensé, y que Gagneaux confirmó cuando leí unas entrevistas sobre su proyecto, es el vínculo "satánico" de ambas corrientes musicales. El blues fue forjado a base de penas, dolor, muchas muertes, asesinatos, drogadicción, adulterio, locomotoras y uno que otro pacto diabólico. El más famoso es la legendaria reunión de Robert Johnson con el diablo en un cruce de caminos cercano al Mississippi, que inspiraría su canción "Crossroads", sumando coincidencias líricas con "Me and the devil blues" y "Hell Hound on my trail". La verdad es que "The Crossroad blues" no da ningún indicio de que ande buscando al diablo en el campo de noche, mas si suena más cercano a un negro atrapado por la noche en la carretera en tiempos en que era peligroso para ellos ser atrapado de noche por una turba de blancos cogote rosado esperando linchar a quien no comparta su color. Como sea, la leyenda lleva años establecida y vende bien. Por otra parte, a lo largo de su historia el black metal (la corriente no nihilista, al menos) siempre ha practicado abiertamente su apoyo, culto y simpatía por Satanás, Lucifer, el Diablo, Lucífugo Rofocal y cual sea el avatar suyo que elijas. Históricamente ambas facciones tienen cosas que compartir y solo bastaba que alguien bien motivado los presentara y los pusiera a trabajar en equipo.
 Pero la pregunta clave en realidad es ¿que tanto de black metal y que tanto de blues hay? Si, las otras preguntas fueron puro relleno. Puta, no soy estadístico, pero puedo decir que ni fú ni fá. A pesar de los elementos ya mencionados de la música negra tradicional (cantos gospel, call and answer de los "negro spirituals" y el toque desgarrado del blues sureño), destacables en Come on Down, y hay mucha instrumentalización con guitarras distorsionadas, baterías aceleradas y growls laríngeos, pero tan poco de cada cosa que la suma total parece dar algo nuevo. Y puta, hay un tema que tiene base estilo hip-hop po (Sacrilegium I) en que no sé que pasa, más otro que parece de película de cabros chicos diabólicos a la Niños del maíz sumado a una recitación de varios demonios del Ars Goetia (Children's Summon y Sacrilegium II). La cosa es que, para hacerla fácil, digamos que es black metal y blues en los tags.
Las letras son las medias plegarias, perfectas para asustar mormones y testigos de Jehová que sepan inglés, pues acá los esclavos negros claman por sacrificios humanos (In Ashes), sangre corriendo en los ríos (el gospel de Blood in the River) y nos recuerda que el único dios bueno es el dios muerto. Con eso ya veo ateos regocijándose con cautela y con "What's a killer like you gonna do here?" tenemos a asesinos en serie vacilándose un buen jazz vieja escuela ante la parrilla con la carne que trajo Andrei Chikatilo.

 Creo que eso sería de momento, mucho ruido y pocos doritos de mi parte, pero he estado de ánimo raro desde fines del mes pasado. Debe ser la falta de plata y no tener suficientes discos en Discogs. Voy a hacer una weá super pajera esta vez, espero que sea la última, pero es que tuve problemas ripeando el disco y cuando intenté retomar el asunto ya lo habían borrado de bandcamp y de youtube. Tengo tres temas todos cagados en el pendrive y obviamente eso no sirve, así que como reemplazo les dejo el link de un blog que lo subió hace unos meses y fue más al punto que yo a la hora de describirlo. Véanlo y tasarán.
Si eventualmente muere el link me avisan y lo subo por mi cuenta, de momento prefiero no "robárselo" al compañero y mandarlos a su casa.
A todo esto, el único post polémico del blog, el de cierta banda de metal chilena, sigue recibiendo el odio de un anon über-true (quizás de más de uno, quizá de una comunidad completa o de la misma banda) que le da con la misma perogrullada de que soy poser y no se ná. Puta, bien, poser no soy (o sí, da igual) porque no tengo ninguna pará e ignorante soy porque todos lo somos, de una forma u otra. La weá difícil, en tu caso estimado fome culiao, es aceptarlo. Al menos el weón me visita el blog todos los días, las estadísticas lo sapearon. Vive tu vida weón, ni siquiera hablé mal de la banda y ese disco culiao me gusta caleta.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Dorso- Recolecciones Macabras del Campo Chileno (2012)


 Esta vez intentaré hacerla corta porque mañana viajo y aún me queda música por guardar.
El año pasado Dorso publicó que ya estaban avanzando con un trabajo que integraría el folklore de nuestro Chilito con el buen metal que vienen cultivando por más de 20 años, que aún no tenía nombre pero que seguiría contando con la presencia del baterista Fran Muñoz yyyy no recuerdo que más dijeron, pero cada info que soltaban era un orgasmo de datos para mi. Poco a poco mostraban el making-off del proyecto que ya era conocido (desde antes de abril del año pasado, según mi historial de facebook) como Recolecciones Macabras del Campo Chileno, pero necesitaba mucho más. Entonces un día del presente año, llegando del trabajo, prendo mi pc, busco en internet que pasa con el disco y veo que lo habían lanzado ese mismo día. Como siempre, un alma caritativa lo había comprado por preventa y lo subío, asi que ni corto ni perezoso lo bajé, metí a mi mp3 y lo gocé todos los días que me quedaban de trabajo, poniéndolo a todo chancho en mi celular (suena flaite, pero NO) frente a los viejos de mierda que se hospedaban en mi sector para mostrarles que la música en Chile aún tiene futuro.
Cuando leí por primera vez lo que haría Dorso en este disco pensé que sería solo en cuanto a letras, basadas en nuestra rica (y un poco prestada) mitología sureña, pero fue por el video del making off en que escuché La Vacalaca, la canción que abre el disco y que trata sobre una vaca esqueleto que revive y deja la cagá en los asados, y noté que el espíritu chileno estaba ahí, con cueca y campo duro, el real, ese en el que me cagaba de miedo cuando llegaba la noche, soplaba el viento entre las higueras y salían historias de la llorona, del diablo convertido en guagua, del perro negro gigante que siguió a una señora hasta su casa o del horror de cagar en el pozo. Oh si, ahí se esconde la verdadera esencia del horror. Lo bacán es que las otras canciones tambien suenan como si te estuvieran contando un cuento en una fogata en pleno campo, sobre todo porque tiene interludios con voces de los cabros tomando vino o pasando miedo; además cada historia o mito es bien conocido por cada habitante de este terruño, como el cabeza de chancho o Carchancho en esta versión (¿recuerdan aquella serie de fines de milenio llamada La otra cara del espejo? ¿Recuerdan el capítulo del cabeza de chancho? ¡Como olvidarlo!), un ser conocido para los habitantes de Valparaíso; el Cuero, un monstruo parecido a una piel de vaca, con uñas en el borde del cuerpo y que succiona los fluidos de sus víctimas; el culebrón, famoso en todo el mundo y otrora visitante frecuente de Montegrande, según me contaba mi mamá. Otros son seres nuevos de la mitología dorsalica, como El vampiro del cogollo, que es un yeti chupasangre devorador de acampantes y el huaso zombie Don Westancio. El resto pertenece al folklore más reciente, como los encuentros ovnis, que ya son practicamente parte de nuestra idiosincracia, con toda una mitología creada para explicar los avistamientos a lo largo de Chile (ya saben, todo eso de que hay bases ocultas en la cordillera, que el valle de Elqui y el Cajón del Maipo son portales dimensionales o puntos de encuentro, blablá), si hasta creo que la canción Visión Chilenoide puede estar un poco inspirada en el caso de un hombre que se encontró un cuerpo momificado en una salitrera. Lo cuático era que el cadaver tenía el porte de un ratón y rasgos humanoides, pero ligeramente deformados. Recuerdo como webearon semanas con eso en las noticias hasta que de pronto dijeron que un español compró el cuerpo y nadie más dijo nada al respecto.Una forma fácil de crear más misterio y deshacerse del cuerpo antes que todos empiecen a sospechar.
Como siempre, hay que tirar otro párrafo para darle paso a lo musical. Recolecciones no solo es un compilado de relatos del lado tétrico del país, sino que también recopila los sonidos del charango, la trutruca, el kultrún y el ritmo de nuestra música, los muele como el pebre y añade las especias del black y el doom metal. Doom po weón, ¡cuando habían hecho doom! Garrafa cuesta arriba, la canción favorita de la casa, es una muestra perfecta del sabor de esa combinación, con su riff doom, los resoplidos lejanos de una trutruca y un solo de guitarra que nace a mitad de esa pieza épica, llena de los punteos de la cueca que sonaba en las radios de antaño. En lo personal esa canción es la mejor y más bien lograda pieza del disco, y espero que si vienen a la IV región la toquen con todo el powah que tiene. Quizá algunas canciones no tienen el mismo toque de folklore de esta, pero no dejan de ser buenas, como la grindcore El Vampiro del Cogollo, La Resurrección de Don Westancio, Recolecciones Macabras, El Triunfo del Metal Chileno (un canto a los músicos chilenos que sirvieron como padres del movimiento metalero, y sobre todo thrasher, de los ochentas) o Pico de Gallina, que sirve como relato de cierre y trata sobre la búsqueda del necronomicón por un mundo subterráneo en Talcahuano, con coros cantados por una dulce voz femenina. Mmmm, ahora que me doy cuenta (mentira, lo noté la primera vez) todas las canciones están basadas en mitología de centro y sur, siendo que en el norte igual tenemos mitos pulentos, como el Alicanto, el gigante de Andacollo, eeeeeeeh el alicanto... el alicanto... quizás para la otra. Mi otra favorita es Descensos en Chile, mucho más larga que Garrafa Cuesta Arriba con más de 18 minutos, pero sin ningún minuto desperdiciado pues muestra excelentes segmentos instrumentales, casi cercanos a un Genesis criollo y metalero. La letra medio romántica me recuerda un poco al Romance (duuh), pero los momentos doom son los que nos recuerdan que estamos en otra fase dorsalica, cada vez más pesada pero a la vez más osada en cuanto a extender los temas, algo que no muchos músicos en Chile hacen. Por lo menos no músicos ajenos al jazz. Ojala que en ese aspecto Dorso sirva como ejemplo para que muchas bandas le dediquen más tiempo a la calidad de sus trabajos. Hablando de calidad, hace unos meses me compré el disco doble y el diseño del digipack está la raja, sobre todo por los dibujos que acompañan las letras de las canciones y la forma de barrica de vino que tienen los discos.
¿Notaron que en el post anterior hice una pequeña, ínfima, enana, crítica al sonido de la batería de Fran? Pues aquí si que se luce el chascón, convirtiendo los tarros en máquinas moledoras, metralletas que mantienen a raya a los monstruos que invocan las letras. Fran dice que tiene para rato en Dorso, así que esperemos que sea así y que esté en trabajos futuros, porque con el Recolecciones si que nos mostró su poder. Hay otra cosa más: ¿es idea mía o la voz del Pera suena cada vez más gutural? Quizá es la voz de Fran, pero sea quien sea.... dah, eso.


Como dije, mañana viajo a mi querido valle, así que me llevo el Recolecciones conmigo, lo subo para que le den una "orejeada" y espero que sea la música de cada carrete que tengan este 18. Y si tienen un vecino flaite que les hinche las weas con reggaeton estas fiestas patrias, pesquen el disco, pónganlo a todo chancho y hagan mierda esa cagá de pseudomúsica.
Eh... ¿que más? Ah, si, este es el primer disco doble de Dorso, lo que significa que hay un DISCO 1 y un DISCO 2.... porque así funcionan los números... creo...

viernes, 10 de junio de 2011

UneXpect- Utopia (1999)


Tenía pensado subir la discografía de UneXpect (léase también UnexpecT, UnExpect o simplemente Unexpect) en un tiempo más, pero ayer mientras puteaba a facebook por su lentitud y a mi pc por convertirse en una cafetera cara después de mi viaje místico al valle supe que la banda había sacado ya su nuevo disco. Yo ya sabía que se venía disco nuevo, pero al rato me olvide y me pilló casi por sorpresa, así que puse manos a la obra y encontré el disco en algún rincón de la web, no sin sufrir por malos servidores y links muertos. No tengo idea cuando salió exactamente o si el staff de Unexpect se preocupará de eliminar los links, cosa que dudo porque internet fue el medio gracias al cual Unexpect ganó su grupo de fanáticos después de que autoprodujeran su primer disco, que es justamente el que les traigo ahora... mira tú que coincidencia niño por dios y wea.
La primera vez que oí UneXpect fue un día en que estaba llegando atrasado a clases por no terminar una traducción (creo) y me puse a ver videos del último disco de Sleepytime Gorilla Museum, entonces recién salido del horno, y alguien comentó que se parecía mucho a Unexpect. Muchos lo empapelaban a chuchadas porque según ellos su música era mala, eran poco arriesgados, eran mucho ruido y poca calidad, caos no organizado como otras bandas avant-garde entre otros epítetos. No quise quedar como un ignorante o mero testigo visual de esto así que apliqué empirismo y escuche una canción de su [entonces] último disco. No se como sobreviví a lo que escuché... bueno, me guardaré las apreciaciones personales para cuando suba el susodicho. Así fue como descargué el disco, lo pasé a mi MP4 y lo escuché de ida y vuelta a la U.
Cuando pasaron unas semanas sentí que ya me cansaba escuchar lo mismo y me bajé su primer disco, pensando en que sería un nacimiento de fénix, algo esplendoroso y que daba nacimiento a una banda arriesgada en el campo del metal extremo, pero me equivoqué. El primer disco, Utopia, es un álbum de black metal como cualquier otro, quizá con un poco menos de black metal que Immortal u otros clásicos. En lo personal no me gustó, era muy normal, poco aventurado, no tenía nada de lo que me gustó del In a Flesh Aquarium, pero lo subí para que no digan que subo discografías incompletas y para que vean que este blog no ha muerto, porque no está muerto lo que yace eternamente y por extraños eones etcétera... En fin, bájense este para captar como una banda puede cambiar de un día para muchos otros.


[Continuará]