sábado, 31 de octubre de 2015

Shub-Niggurath

 Por la conchesumomias de Guanajuato, pasan los días y aún no hay panorama con amigos para este fin de mes. Para colmo acabo de encontrar a una mina en internet a la que "conocí" en la pega y tiene todas las características de las que me mandaron a la chucha antes. No tiene nada que ver, pero tenía que enojarme más. Para mí halloween es como el día de los enamorados: un día que sé que es comercial por más significado que le dé, pero que me es "importante" y que me gustaría celebrarlo con alguien, pero siempre termino pasándolo solo, sentado frente al PC con un paquete de doritos apoyado en mi guata. No lo había pensado, pero suena como un buen panorama; de hecho, yo cacho que repitiéndome las tres " El Regreso de los Muertos Vivientes" la hago de oro. Es más, tengo unos libros de terror pendientes a los que podría darles el bajo y, de paso, vean si les tincan: "El club de los parricidas" de Ambrose Bierce, "Historias espeluznantes" de Arthur Conan Doyle (ambos de ed. Valdemar), "Los mitos de Cthulhu" de master Lovecraft (ed. Alianza) y el ensayo "Fantasmas del norte" de Patricio Rivera Olguín (ed. RIL). Tengo otros más bacanes por ahí, como "Un fantasma inconsistente y otros cuentos" de M. R. James (ed. Valdemar nuevamente) y "Fantasmas y casas embrujadas de Chile" de César Parra. A manera de reseña mula, les diré que no miren a huevo a Doyle como autor de terror, que es muy conocido por las novelas de Sherlock Holmes, pero tambien era un firme creyente en el espiritualismo, por lo que sus relatos se tiñen de las creencias pseudo-científicas de esta corriente religiosa y busca justificar y aumentar la presencia de lo paranormal. Creo que los fanáticos más acérrimos ubicarán todas esas novelas, pero no mucho "Fantasmas del norte" y el casas embrujadas de César Parra; el primero es un ensayo que busca relacionar la creencia en fantasmas, principalmente en la región de Tarapacá, con la esperanza humana de mantener vivo el recuerdo de quienes se fueron, muy en la onda de un ensayo socio-antropológico pero sin citas infernales a autores que no tendrás la paciencia de leer. Aún así se apoya en una bibliografía sólida, pero ayudado más que nada por testimonios orales. Por otra parte está el libro de César Parra, que a más de alguno de ustedes los habrá guiado por el Cementerio General de Santiago o lo habrán visto vendiendo pomadas en la tevé pública. El libro no es malo, de hecho entrega hartos datos paranormales anecdóticos sobre cada región, de norte a sur y previo a la "nueva" división regional, de esta franja de andesita y rocas metamórficas, con historias que nunca habrías imaginado que pudieron pasar acá y que dificilmente encuentren en internet, como una aparición de un yeti extraterrestre en el Cajón del Maipo entre otras bizarrerías. Los únicos detalles que me impidió disfrutarlo fueron sus muchos errores de edición (cosa perdonable aquí y en mi cuenta de facebook) y muy confusos, pues te cuentan una pequeña historia en una parte, te meten otra y luego te repiten la anterior con ligeras modificaciones sintácticas. Sé que esta edición está por agotarse, así que si vuelven a reeditarla porfa corríjanle todo.

Paremos el webeo literario y pasemos al musical, que no me pagan por vender libros en internet, aunque nadie me pide estos en directo y quedo acumulado... se pierden puro win y llevan la aberración de Kayser...
Antes que terminen de leer el título y digan "aaaah, a estos culiaos los conozco, son la zorra" con sus voces de metaleros gordos chascones les aclaro que no no no nenoides, no se confundan; si vinieron por los Shub-Niggurath de México clickeen la flecha pa'trás, esto es otra volá mucho más llena de sombras en movimiento y sacrificios humanos. Me gusta el grindcore, pero estos son otros dominios y si buscan lo extremo saldrán llorando por no encontrar baterías anfetaminadas ni cantos guturales, pues lo que abunda acá son el trombón, los ritmos percusivos del jazz, teclas frenéticas, una guitarra malherida y la voz inquebrantable de una soprano que invoca a las entidades más viscosas de las esferas exteriores. Esto es el Shub-Niggurath de Francia y de los 80.
Muchas enciclopedias del rock progresivo dicen que Shub son puro zeuhl, que son el sucesor darks de Magma pero hay muchas diferencias notorias sin necesidad de usar luz negra ni lupa para encontrarlas. La primera es que el zeuhl, estilo y término creado por Christian Vander para la música de su banda "jazz-fusión-en-busca-de-identidad" Magma, con todo un lenguaje (kobaïano) creado para el concepto espiritual y espacial de cada uno de sus álbumes; ritmos que combinarian el gospel con matices casi militares, con "llamado y respuesta", muchas repeticiones así como variaciones abruptas, más una línea de bajo proto-funk que pareciera no combinar con la monstruosidad del rock sinfónico, pero que logra encajar. Shub-Niggurath no tiene nada de eso, por ende sería zeuhl si nos ponemos a picar fino y notamos que su batería (hablando de los primeros trabajos) aletea por todas partes como la del Vander de la primera época, mas es una característica heredada de sus raíces jazz. Quizá el sonido pomposo que le imprime el trombón, pero no, siguen faltando elementos para considerarlo una orquesta zeuhl. Talvez el bajo palpitante que dirige nuestro ritmo cardíaco o la voz cacofónica que acompaña a la guitarra para acompañarla como las únicas notas agudas entre tanta oscuridad de baja frecuencia, pero no. A pesar de todo esto, considerando que ellos se declaraban seguidores del sonido de Magma y porque es más fácil así, dejémoslo como zeuhl. Digo, así podemos clasificarlo más fácil para el que quiere guiarse.

 Los orígenes del grupo se remontan a 1983, cuando el bajista Allan Baullaud quiso rendir tributo a este estilo tan raro como es el zeuhl junto a Frank Fromy (guitarra), Franck Coulaud (batería y percusiones), Jean-Luc Herve (piano y órgano) y las señorritas Ann Stewart (voz) y Veronique Verdier (trombón). Para quienes cachamos a Lovecraft el nombre de la banda nos es conocido, pero para quienes aún no leen su prosa arcaica y no apta para impacientes, Shub-Niggurath es un dios/diosa de su panteón de seres adimensionales y tentaculados, venerados por humanos y seres extraterrestres que necesitan ser devorados por alguna entidad superior. Como el cristianismo, pero con más mucosidad y tentáculos. Tenían buena aceptación entre los fans de Magma y del RIO, si hasta su disco homónimo del 85 se vendió super bien para ser un cassette autoproducido. Este ya nos introduce a un mundo cargado de frecuencias bajas, gritos agonizantes y explosiones repentinas de caos, lo que le hace más honor a su nombre que la banda mexicana. Entresol, por ejemplo, comienza con un ligero drone que no sé si es un rugido o distorsión de la guitarra sumado a los platillos, pero evoluciona en lo más cercano al zeuhl que podrán escucharles, con un piano que a ratos apenas se escucha sobre la guitarra que algo busca articular encima de una batería a lo Chris Cutler de Henry Cow en su época de Art Bears. Esta e "Introduction" (que lel no es la que abre el disco) son las más digeribles para quienes no quieren prestar oído a composiciones largas, pero si son de ESE tipo de gente jódanse, porque joyitas de 15 minutos como "Barback" demuestran por qué el grupo tuvo buena crítica desde un comienzo. El trabajo de Shub-Niggurath es como los principios erísticos y anerístico aplicados: caos aparente y orden aparente. El disco termina con "In Memorium", un tema menos cargado a estallidos repentinos de pánico, pero quédense con el riff de piano que abre la parte instrumental, porque se parece mucho a la guitarra que nos recibe en el segundo opus de Shub-Niggurath y en su primer disco de factura profesional.
Les Morts vont Vite... el primer disco de Shub que escuché y, puta, no andaré con rodeos, les juro que me enamoré de esta preciosidad desde la primera vez que lo escuché, tanto por los trombones maléficos como por la voz de Ann Stewart. Hice dibujos alusivos a cada tema, le hacía historias de trasfondo basándome en los títulos, me imaginaba como habrán sido las dos mujeres de la banda y tenía que ser soundtrack obligado para cada survival que jugara. Pasando a los temas, empieza la música y ya sabe a que viene, ya leyendo el primer tema titulado "Incipit Tragedia", que del latín al eshpañol sería "Aquí comienza la tragedia" nos topamos con una voz soprano aullando con algo que suena como el tritono pero no es el tritono, que ya huele a banshees, muertes y casas mohosas donde alguien murió y se manifiesta mediante sangre brotando de las paredes. De hecho, Cabin 67 me sonaba mucho a alguna habitación cargada de poltergeists espantando a sus dueños a punta de platos voladores rompiéndose en sus cabezas, pero luego de 5 minutos llega "Yog-Sothoth" con sus 12 minutos de tensión y amenaza, como describiendo los eventos que acaecieron en el granero de los Whateley y la captura de la cosa que escapó de su casa, con la que Henry Armitage y compañía libraron un feroz combate en la cima de un cerro, donde éste ser invisible, muy parecido a su padre Yog-Sothoth, logró ser destruído. "La Ballade de Lénore" es otra pieza de mucha belleza oscura y estallidos descontrolados de energía, inspirados por el poema gótico Lenore (o Leonora, según la traducción) del alemán Gottfried Bürger, obra que también inspiró a Horace Vernet, célebre pintor francés del siglo XIX con influencias orientalistas, a plasmar su cuadro La Ballade de Lenore, que a su vez sirve como portada para este disco. Difícil que sea de otra manera, pues esta pintura es puro miedo encuadrado, detallando muy bien la escena final del poema en que... bueno, léanlo y de paso notarán que el título "Les morts von vite" es una línea de esta obra y dice en español algo como "los muertos son veloces". "Delear prius" ya es paja, es una suerte de ojo del huracán para "J'ai vu naguère en peinture les harpies ravissant le repas de Phynée", una pieza con un título tan largo que tuve que copiar del internets y una historia personal tan weona que la contaré porque rellenaré para evitar el hambre. Pasa que la primera vez que me bajé este disco, onda 2006 más o menos, lo hice por eMule, así que fue una paja suprema tenerlo, y después de sacarle todo el jugo me di cuenta que Cabine 67 sonaba igual igual al susodicho tema. Es más, era la misma weá, calcada con pulso firme y sin errores. Fue entonces que un buen samaritano la subió a youtube y por fin pude salir de la duda, dandome de bruces con un tema intempestivo y cargado de malicia que cerraba mucho mejor el disco a como lo tenía antes.
Eso con Les morts vont vite.
La banda pasó 5 años sin sacar un solo disco, solo de vez en cuando colaborando con algunos compilados en que Musea lanzó lo más audible de su repetorio zeuhl (Enneade) y otro compilado, muy raro de encontrar por cierto, tanto en físico como en digital, con la banda experimental Sleaze Art (Dithyrambe), sumándole un disco en vivo que tuve hace muchos años en mp3 y perdí en una de las tantas formateadas. Varios miembros salen de la banda, otros entran y otros simplemente cambian de instrumento, hasta que por fin lanzan su nuevo trabajo en 1991, titulado C'etaient tres grand vents. Se nota que tocaron harto con Sleaze Art, porque se ve un cambio super notorio en el sonido de la banda. De los estallidos jazzisticos demoníacos del disco anterior pasamos a una banda que se toma su tiempo, su largo tiempo, construyendo una atmósfera cada vez más pesada, obviamente ayudada con el trombón y con la guitarra cada vez más distorsionada, levantando poco a poco un mausoleo sonoro que, después de casi 6 interminables minutos, logra desmoronarse en una batahola casi improvisacional de golpes de cada instrumento. Porque para ser tantos temas igual son cortos, en comparación con los más de 10 minutos de cuatro piezas del otro disco, pero el tiempo que les toma llegar a algún punto las hace casi indigerible. Hasta Univers Zero, banda vieja experta en crear ambientes tétricos y tensos de casi 20 minutos, puede mantenerte interesado por al menos 18. Al final no hay muchos temas rescatables en este disco, mucho menos memorables, pero eso no significa que todo sea malo, si la cosa es tener harto tiempo para poner oreja y terminar gustando de piezas como "Ocean" o la confusa "La Nef de Feu". La primera vez que lo escuché no pude evitar preguntarme "que pasó Shubby, antes eran chéveres" y sentarme en un rincón a llorar por todo el tiempo que había invertido deseando el disco y buscándolo por todos los P2P disponibles. Lo positivo es que, si mal no recuerdo, este disco (o el de Archaïa) me motivaron a dejar esas redes virulentas y tirarme un piquero a la frondosa montaña de ropa americana que es la internets con su descarga directa. ¿Conclusión? Si quieren algo que suene de fondo mientras duermen y buscan explorar el fascinante mundo de las pesadillas, quieren asustar a algún cabro chico poniendo música en la oscuridad o quieren algún soundtrack para cuentos de fogatas, full recomendable. Aún así no es la gran weá; al menos no es la respuesta superior a Les Morts vont Vite.

 Después de recibir una respuesta no tan auspiciosa como la recibida con sus trabajos anteriores, Shub-Niggurath siguió tocando en lugares pequeños y en algunos festivales de viejitos, espantando a los que querían su material antiguo con ruido e improvisaciones flotantes llenas de más bajos que altos, sea en sentido sonoro o en coherencia/cohesión. Entonces nuestra historia llega a su casi-fin en 1995, cuando el bajista, fundador y única figura estable dentro de la banda, Allan Ballaud, muere de cáncer y el resto de la banda lanza Testament, un álbum pajero e inestable a cagar que tuve en mi posesión digital también, pero quedo en otro pc. Si lo consigo por ahí lo subo, pero la verdad es que, si les gustó harto Shub-Niggurath y quieren todo lo que hayan sacado, les serviría como material de colección y nada más. Porque en digital ni pa trancar la puerta serviría. Por el 2003 sacaron Introduction, que también tuve (¬¬) y también perdí (¬¬x1000), aunque no se pierden de gran cosa, porque al parecer lo borré pues es el disco homónimo remasterizado lo mejor que se pudo. Igual si lo consigo lo subo.

 Ya, felices jalogüines y próspero año nuevo, espero que vean películas buenas y se les carien los dientes amén.


1985- Shub-Niggurath

1986- Les Morts Vont Vite

1991- C'etaient Tres Grands Vents

viernes, 23 de octubre de 2015

Jacula

 No sé si se notará, pero me gusta halloween. Es una fiesta tan chilena como el día de Martín Lutero Rey, que acabo de casi-inventar, pero me importa un soberano disco de chinoy que lo sea porque llena un nicho cultural. Me gusta disfrazarme, pero no lo hago mucho más que nada porque todas las fiestas de disfraces planeadas nunca salen y porque el disfraz barato que me hago rara vez funciona. No obstante, siento que disfrazarse, dejar de ser quien uno suele ser, es una necesidad que se llena con esta fiesta de importación y que no habíamos heredado por ninguno de nuestros antepasados. Los pueblos que aún se apegan a sus tradiciones más antiguas tienen rituales con disfraces que podrían asemejarse a este día importado, como "las diabladas" por dar un ejemplo cercano. Nos faltaba imitar por un día a los dioses en que creemos, enfrentar a nuestros miedos tomando su forma, recordarnos lo que somos en realidad y, básicamente, dejar de ser por un día quienes somos. Por eso halloween, a pesar de todas las implicancias negativas que le ha imprimido el cristianismo desde siempre, no morirá a corto plazo. Y si lo hace no importa, porque la necesidad del disfraz seguirá saciándose pero sin un día organizado.


Traigo una joya mal pulida, en un punto que se debate en "gema en bruto" y "ligeros cortes aparentemente ocasionados por factores químicos y físicos", un clásico efímero de mis tiempos de estudiante, cuando saltaba de megalomanía a depresión, tenía buen futuro en el dibujo (y me deje estar), la mina que me gustaba me friendzoneo y mi cabeza estaba llena de lenguaje alquímico, principios de semíotica y ocultismo del siglo XVIII; todo casi olvidado a estas alturas. Por si se lo preguntan sí, eso entrará en la prueba. Por esos días del 2007-2008 mis atracaderos como cíber-pirata (toda palabra con cíber suena tan vieja como "ir a la botica") eran Ares, eMule y Soulseeker, puro p2p virulento y limitado, pero gracias a eMule conseguí varias discografias incompletas y películas sin subtítulos, así que en realidad su limitación era invisible para mis ojos de niño con internet nueva y vivía cagado de la risa. Era una inversión enorme de días para descargar 400 mb de música, algo que las generaciones más nuevas no vivirán, y en el intermezzo de la descarga jugaba, leía información inútil (útil para mi entonces por ese comic de mierda que nunca dibujé) y buscaba más bandas en Progarchives, la enciclopedia del prog. Mediante interpolaciones de estilos di con bandas que sonaban como Mr. Bungle (mi amor juvenil acústico de entonces) y una que otra cosa bizarra, como la Horde Catalythique Pour La Fin, una banda medio RIO, medio noise, medio nada y más desenfocada en objetivo que yo con la vida. Nunca subiré esa aberración, creo, así que si les interesa podrían buscarla por otra página, demás que aún la tienen; hace dos años quise echarles oreja otra vez y seguían sonando igual de mulas. Ya, pico con eso, el asunto es que aunando cosas, como mi gusto por la simbología alquímica incitado por Secret Chiefs 3 y mi renacimiento espiritual en cuanto a sentirme niño otra vez y meterme en lo paranormal, fue que busqué música que contuviera cosas así. Momento, olvidé todo... en resumen, ni me acuerdo como, dí con Jacula.

 Jacula es el hijo primerizo del guitarrista y compositor italiano Antonio Bartoccetti, concebido a finales de los años 60, década que veía crecer a bandas de rock progresivo ya establecidas y que terminaron convirtiéndose en grandes monstruos en los setentas. El nombre viene del comic italiano homónimo, en que la protagonista era una vampira y vivía varias "aventuras" sexuales con su marido vampiro y una que otra víctima que expusiera mucho su cuello, escote o parte erótica del cuerpo masculino. Antonio creó la banda a manera de experimentación, para ver que salía de la combinación de sus gustos e influencias, y para ello trabajó junto a la ingeniera de audio y violinista Doris Norton, conocida en Jacula como Fiamma dello Spirito, el organista Charles Tiring (supuestamente de 81 años y casado con una mujer de 18) y un miembro oscuro tanto por el desconocimiento en torno a su figura como por lo que conlleva su título: el médium Franz Parthenzy. Según se dice, el médium era quien proveía las letras y la inspiración para la música, pero creo que las letras eran trabajo de Bartoccetti, lo que me lleva a pensar que quizá Parthenzy podría haber sido solo un instrumento de marketing para aumentar la atmósfera oscura del proyecto. Hablando de las letras, el mayor plus que tienen es que no solo están en italiano, si no que también en latín, y con el poquísimo latín que sé veo que muchas líneas son gramaticalmente correctas... ¿y si en verdad Parthenzy sí canalizaba algo, sea ser adimensional, demonio, espantajo o un verdadero fantasma, que le dictaba la lírica? Puede ser... pero para eso Parthenzy tendría que haber existido, y buscando en google no doy con ningún resultado ajeno a la banda que indique que el médium no pasara más allá de las aseveraciones y leyendas de Bartoccetti. Además las letras en sí son una suerte de relatos cortos sobre brujos, brujos proclamando su supremacía sobre el resto de los mortales, pactos con el diablo y varios elementos comunes en la literatura de terror clásica, que al final pareciera estar oyendo la recitación de algún cuento de Guy de Maupassant o de la Clavícula de Salomón. Lo importante es que el ambiente oscuro que acompaña a las letras y a la leyenda de fondo de la banda es que está escrito en el lenguaje universal de la música. Aquí y en Dar-es-Salaam el órgano de Tiring y la guitarra, a veces pesada como en Black Sabbath o blusera y lejana como un Robert Johnson con electricidad y pedales de distorsión, te dan julepe. Sumémosle a eso la voz etérea de Doris Norton en algunos temas, donde te mantiene en vilo o te llama como sirena con puros lalalá (o te cautiva/da risa cuando recita un relato espiritista con un marcado acento "italoamericanense"). Claro, puede que tanto sonido de Fantasma de la ópera parezca más cursi o caricaturesco que tétrico, pero chúpenlo, en realidad la banda representa de manera fiel la atmósfera opresiva y lúgubre de las películas antiguas, sumado al clima "religioso" que debiese tener un culto negro.
Hay un webeo medio raro con el orden cronológico de los discos y supongo que si buscaron una info más fidedigna mientras leían esto ya lo habrán notado. Según la banda, se supone que el primer disco grabado fue In cauda semper stat venenum, realizado en 1969 pero lanzado a la venta en 2001, mientras que Tardo pede in magiam versus salió en 1972 y fue conocido por mucho tiempo como el único disco de la banda, que para algunos afortunados pasó a las filas de bandas efímeras de culto. En mi opinión si creo la versión de Bartoccetti de que grabaron el "primero" el '69, pues el sonido en demasía experimental y redundante suena a primer trabajo. Hablando de eso, Antonio siempre se refirió a este proyecto como "un error de juventud". Puta, ojalá me hubiera mandado cagazos así cuando chico, en vez de repetir de curso por no entrar a clases, de farreármela con varias minas, de haber regalado mis pokemones y un aburrido etcétera. Como no dijo lo mismo de su cagá de "Pig in the witch".
Dije que el primer disco sonaba redundante y, aunque parezca raro después de tirarle tantas flores al sonido (mas no a su calidad, derp), el primer disco es muy oscuro en el ambiente que arma, pero instrumentalmente no parece apuntar a ningún lado, es como un jam de iglesia abandonada con la intención de grabar todo lo que salga y editarlo después, pero olvidarlo luego de un tiempo. Eso también avala la hipótesis del "disco del 69". El trabajo del 72 ya muestra cierto avance respecto al anterior, con pasajes instrumentales más largos y un poco más consistentes, además de piezas bellísimas como "Jacula the witch", con influencias entre el sonido Cantenbury y de prog italiano que ya quisiera Dario Argento para acompañar alguna de sus películas de "Las tres madres". Los dos temas que abren el disco me gustan harto, pero hay otro disco en que vienen como bonus track y mucho más reducidas y a la vez más digeribles, sin tanto aparatismo de edición ni acordes interminables, pero los subiré más tarde, cuando tenga menos paja.
En resumen, ¿hay que escuchar Jacula?
Si te gustan las novelas clásicas de terror (M.R. James, Poe, Machen y puta, sigo y no paro nunca) y escuchar música para acompañar, quieres darle ambiente a una junta de amigos en halloween, tuviste la pésima idea de usar una ouija y quieres música para quitarle hierro al asunto (derp, igual todo será incómodo porque no pasará nada o, peor aún, pasarán weás malas), te encanta escuchar las pipas del órgano de iglesia y Bach es demasiado para ti o quieres vacaciones de él, quieres espantar a las señoras con cabros chicos que golpearán a tu puerta este 31 y quieres todos los dulces de tu casa pero sabes que si abres la puerta tu corazón cederá ante niñitos con disfraces demasiados tiernos para la fecha... estos discos son para ti. Si te gusta ponerle atención a todo lo que escuchas te aburrirás un poco más de una vez, por eso te lo recomiendo más como música de fondo para lo antes mencionado o para jugar Clock Tower. Puta que amo ese juego, quiero volver a jugarlo así que dejaré esto hasta aquí y no comentaré el Pre Viam porque no lo he escuchado y recién lo estoy bajando para subirlo.


1969- In Cauda Semper Stat Venenum

1972- Tardo Pede in Magiam Versus

domingo, 18 de octubre de 2015

¡Psicoticos Billy!!!

Hace unas semanas (o la semana pasada, no tengo idea del paso del tiempo) Gonzalo Frías mencionó este simulacro de blog en su página de 7mo Vicio en facebook y quedó la cagá. Digo, no quedó la cagá como uno imaginaría leyendo tal palabra, pero el gráfico de estadísticas hizo mierda el post de Oye Arnold y encogió a las otras visitas, con más de 2000 visitantes en un solo día. Claro que le agradecí por considerarnos (plural mayestático/editorial, no se confundan) uno de sus blogs favoritos y a la vez le agradecí la existencia de su programa, donde varias veces me he topado con documentales buenísimos de Pink Floyd y Mike Patton. Por otra parte soy muy paranoico, quizá a un nivel clínico, y no podía dejar de pensar que me borrarían cada post con trabajo de disquera grande, como pasó una y varias veces con el Pet Sounds de los Beach Boys. Como sea, gracias a los que agradecieron, a los que empezaron a seguir el blog y a las dos minas que me agregaron en facebook pero a quienes no acepté porque en realidad no soy tan interesante ni en dicha red social ni en la vida real. Mis amigos me webearan cuando vean una de las que me agregó y noten que aun no la acepto, pero es que por muy pelirrojanaturalonduladaneohippieartsyfag que sea, y por mucho que viva en La Serena y quede cerca de mi vieja ciudad, el amor tiene caminos extraños. Eso lo aprendí hace tiempo y lo reforcé con Katawa Shoujo. Y claro, puede que no tenga que ser necesariamente amor lo que nazca, pero meh, si quiero una amiga que sea en este desierto y no donde tenga que usar whatsapp para hablar con ella.  En resumen, gracias pelao Frías, ahora le ofreceré tu libro a cada cliente que vea. Ahora pasemos e inauguremos el especial Halloween, entremezclado con el especial fiestas patrias atrasadas para mayor efecto.

Puta que me gusta el rockabilly wn. Soy muy fanático del rock progresivo desde que me puse a escuchar con atención las melodías de Deep Purple y Pink Floyd, que me derivaron a bandas más elaboradas en cuanto a ejecución y cromaticidad, pero desde que escuché por primera vez La Torre de Babel de Los Tres y los temas de Los Prisioneros en sus tiempos de Los Vinchukas, supe que el rockabilly era la luz a la hora de frenar la sesera. Nada de andar notando cambios raros de tiempo ni fusiones impensadas, solo ponerse los audífonos y sentir mi copete bien peinado recibir el viento del campo con guitarras country y toda la vibra primigenia del rock and roll. Pero como en la evolución natural del estilo, conocí el psychobilly y salí a la cresta. En resumidas cuentas, el psychobilly es rockabilly con bataca punk, toques de Rythm and Blues y temática... no necesariamente gore, pero si muy ligada al espíritu de las películas B de los 50-80, con hartos asesinos en serie, minas pin-up, hot rods y sexo. Son una exageración de lo que caracterizó una década y de la onda de la edad de oro del rock and roll, pero la verdad es que muchas veces pasa a ser un estilo de vida. O lo era hasta que se confundió mucho con la onda punky y lo psychobilly se volvió cada vez más difuso en términos de "modus vivendi". Antes era una onda muy cercana a la de los "greasers" gringos, que eran los jóvenes de clase media amantes de los autos y de los enchulamientos prácticos de estos, de las carreras y de agarrarse a combos y cadenazos con otros cabros por las minas. El rockabilly no era más que la música de fondo de esta generación, pero fue en los 70, cuando esta corriente musical presentó un revival, que empezó a ser considerada más una subcultura. Cito a mis favoritos, los Stray Cats, como los portadores de la antorcha de una nueva camada de músicos amantes de Elvis Presley, Johnny Cash y Ritchie Valens. Pero no fue hasta finales de esta década cuando algunas bandas punk de ambos lados del Atlántico quisieron darle un toque más vivaz, actual y callejero al rockabilly, y también es aquí donde entra la disputa. En la costa oeste de EEUU, precisamente en la cuna de varios artistas favoritos de la casa conocida como California, The Cramps tiñe su garage rock (garage punk suena demasiado perogrullesco) con los colores campiranos del rockabilly y empiezan a promocionar su música como "psychobilly", lo que en cierto modo es correcto, pues muchas letras de la banda comparten las del posterior movimiento, pero musicalmente siguen sonando rockabilly. A pesar de ser una suerte de punk, no hay guitarras rápidas, contrabajos reventados y la estética no se asoma a los mohicanos y las chaquetas de cuero características (aunque la pinta de Poison Ivy se acercaba un poco al pin-up, que con los años se acercó más al original cincuentero y las minas marihuaneras terminaron funando [de hecho he visto varias minas así y pienso "oh la raja, una fanática del rockabilly, pero siempre son puras alumbradas fans de Kimany Marley]). En el otro extremo del océano traga-Titanics, en la helada y neblinosa Londres, un grupo de músicos de rockabilly buscaba experimentar más allá de su sonido y metieron punk de lleno en el sonido de la banda, creando el psychobilly tal cual es hoy. Es por esto, y casi con toda propiedad, que The Meteors pueden usar su autoreferente slogan "Solo The Meteors son psychobilly puro" y que en sus siglas en inglés reducen a OTMAPP (sigla que encontrarán hasta irritarse en cada video de ellos en youtube). Lo que no entiendo es si los fans gritan OTMAPP o weá, porque no sé, se me hace medio aweonao. Es algo como para rayarlo en el water de algún bar o en la mesa del colegio. Como sea, pedazo de banda y sí, es verdad que directa o indirectamente todos los músicos psychobilly le deben algo.

Como les contaba, La Torre de Babel de Los Tres fue mi primer contacto con el rockabilly cuando era chico y más allá del flirteo ocasional de la banda con el rockabilly, no podía encontrar una banda que se dedicara completamente a tal sonido, así que menos expectativas tenía de encontrar psychobilly en el terruño. La cosa cambió por el 2009, cuando mi hermana (que entonces era gótica) empezó a escuchar Voodoo Zombie y en un principio no la pesqué, porque teníamos límites tácitos de su música y mi música, pero no fue hasta que un halloween del 2011 aprox la banda se presentaría en Coquimbo que me decidí a escucharlos, aunque al final no fué la tocata por problemas de organización con el pub. Fue como el hoyo, pero me sirvió para conocerlos mejor... ¡no, miento! los conocí en el comic nacional Zombies en La Moneda, donde hacen un cameo como una banda resuelve misterios, pero si, formalmente fue antes de la tocata fallida. Aunque su música me gustó harto, no me sentía saciado con tan poco psychobilly en este país. Además la voz de Katona tiene muy pocos puntos rescatables en contraste con los insalvables. Con tan poco material seguí con mi rockabilly y mis Nekromantix y Meteors, hasta que pasaron los años, me cambié de ciudad y llegó e día en que me juntaría con unos amigos en la casa de uno de ellos un día con poca locomoción.
 No recuerdo que estaba haciendo esa noche, pero creo que de pronto, en un arranque de aburrimiento e inquietud pre-junta, escribí "psychobilly chile" en google para ver si saltaba alguna tocata cerca o más bandas para meter al pendrive. Fue así como llegué a una página de facebook llamada Psicóticos Billy. Psychobilly Rockabilly Surf Country from Chile y solté un "QUE CHUUUUCHA" de sorpresa. Tenían fechas de tocatas de bandas de los mencionados estilos y un listado muy grande de representantes del género en el país. Lo mejor de la vida y de esa noche vino cuando tasé la sección de información y tenían dos links con un par de compilaciones realizadas por la página con material de todas esas bandas. Dos temas por grupo de puro psychobilly, punk y surf rock directo desde las vísceras de nuestra tierra. Lo mejor es que no tenemos nada que envidiarle a los gringos ni a los europeos, pues nuestras mujeres cantan bien, sus contrabajos suenan tan fuertes como los de Kim Nekroman y el ritmo te invita a moshear/bailar/poguear/coitear aquí y en las islas Andamán. Metí el primer disco en el pendrive, pesqué mis cosas y bajé a esperar la micro por 40 minutos, hasta que llamé a mi amigo, le dije que no pasaba niuna weá de micro porque [genius] era domingo y era tarde en horario de transporte, así que volví a subir y, aunque estuve muy solo, no me aburrí porque PSYCHOBILLY CONCHETUMARE.
En ambos compilados encuentran lo más destacado, nuevo y clásico del psycho y rockabilly chileno, desde Voodoo Zombie, que en cierto modo "popularizó" el estilo, hasta viejitos como Los Bandoleros de Teno, que algún otrora veinteañero de los 90 recordará como los cabros medios tirados a country que tocaban "Angustiado desahuciado". Si se inclinan más por esa apuesta, escuchen a Andrés Lecaros y Los Forajidos en el segundo disco, con más Tex-Mex saliendo de sus amplificadores. Hay bandazas con temas super cortos que te dejan muy caliente, como los Cocodrilos Rockers y también tenemos a Surfin' Caramba, con un tema engañoso (La guitarra del diablo) que me recuerda más a La Renga que a lo rockabilly; por eso suelo saltarme esa canción. Weás de gustos personales, porque Navegando en la tormenta es mucho mejor. La verdad es que hay de todo para los fanáticos del género y espero que, como a mí, les sirva como una puerta de entrada a este estilo que creía no estaba tan bien desarrollado en el país. Mis felicitaciones a cada banda, vida larga y próspera y saludos especiales a Aby Badgirl de Cuentos d' la cripta por sus fotos pin-up en pelotilla, a Angela Von Teese porque 1313, a Cocodrilos Rockers porque son muy bacanes, a la mina de Arkana Calavera porque es como escucharme a mi cantando con la nariz tapada y sobre todo a quién estuvo a cargo de la compilación, por revelarnos todo el talento que nos perdiamos quienes gustamos de las guitarras asesinas del rockabilly y los ritmos playeros y enfermos del psychobilly.

Psicóticos Billy. Psychobilly from Chile

Psicóticos Billy- Psychobilly from Chile vol. 2