No es necesario que lo diga, se que lo han notado, pero este año he estado super pajero para subir música. Claro, he resubido harto material, pero siguen faltando algunos que no he podido recuperar y tengo 5 posts más esperando zarpar a las gélidas aguas del olvido de internet, entre los que hay progresivo clásico a weás que ni yo recuerdo, sumando el clásico post largo de relleno para evacuar la mente. En comparación con años anteriores, léase los primeros dos años, la producción ha disminuido de manera considerable y notable, pero la extensión ha alcanzado límites innecesarios, por lo que se ha optado por reducir el personal y dejar solo a una parte de mi a cargo de los posts: la parte que tiene ganas de escribir. Habían veces en que tenía ganas, escribía a lo largo de 3 horas más subida de disco y voilá, pero en muchas otras ocasiones pescaba un tema viejo, retomaba la escritura y nada encajaba, o bien empezaba algo y lo dejaba a medio cagar. Por eso ahora la cosa será empezar y terminar. Nah, ni yo me la creo. ¿Para que cambiar este año? Eso es de maricas adictos a libros de Dwyer, Pilar Sordo o películas hipsters positivistas con Zooey Deschanel en el papel principal. Este año la cosa será aprovechar los días libres en mi calendario laboral en que no esté pegado a Bioshock o a algún juego interminable de estrategia (algún Total War, Civilization V o Beyond Earth, Trópico...) y subir los grandes clásicos del progresivo, los estrenos musicales y todo el chevechevé que haya que comentar, como, eeeh, no sé, la guerra en Bosnia o weas.
En cuanto a situaciones ajenas vamos al resumen:
1. El primer punto que me gustaría destacar es el final de La leyenda de Korra. Como fan que soy de la serie y como ciudadano de a pie sé que un año funesto para la serie, que empezó super bien, pasó las expectativas y de ser un spin-off de proyección corta se convirtió en una serie de cuatro libros (temporadas en idioma "avatard"). La verdad es que todo ese éxito fue bien merecido, pues en cuanto a calidad tanto de historia como de animación podría decirse que hasta superaba a la serie original, El último maestro aire. Claro, la primera serie fue más consistente en cuanto a trama, pues se enfocaba en el eterno entrenamiento de Aang para luchar contra el señor del fuego Ozai y la duración de sus temporadas permitió definir la personalidad tanto de sus personajes principales como de los secundarios. El problema que debió enfrentar Korra fue el de su propio éxito, tener que expandir una serie que no pensaban hacer durar por tanto tiempo, pero no lo suficiente para desarrollar las historias de personajes secundarios como en la primera serie, y por esta misma prisa el segundo libro terminó siendo tan poco memorable. De hecho el segundo, más que por la lucha contra Unalaq, está en conflicto en mi lado fanático por los cambios que trajo Korra al mundo al unir el mundo espiritual con el físico, y que por ser tan brava terminó peleando con técnicas aprendidas a la rápida (como Luke y su curso de jedi por correo) e hizo mierda la línea de avatares que la antecedieron. Por otra parte la historia de Wan se lució con pedazo de animación tributo al arte pictorico japonés antiguo, y como historia, no sé, solo puedo decir que los creadores y guionistas al menos estudian sobre mitología y arquetípos, porque Wan corresponde claramente con el arquetípo del ladrón del fuego, hasta literalmente. Es el personaje que trae la iluminación y una era de cambio para el hombre. A su vez, como portador de fuego, hasta puede representar dioses solares como Horus, Jesús, un loco griego, Surya y una manga de weones más. Bien por ellos en ese punto. ¿Donde estuvo lo malo? En la fría e inhumana corporación Nickelodeon, que optaron por dar más tribuna a sus programas "live-action" que presentaban más rating que a una serie de gran aceptación pero que había guateado un poco en sintonía debido a la preferencia de sus seguidores de verla en internet. Era una muerte anunciada, claro, no había mucho que alegar. Este año la agonía llegó a su fin tras varios capítulos un poco apresurados (más el olvidable episodio de recuerdos) y el esperado duelo final de Korra contra Kuvira, la gran unificadora del Reino Tierra y dictadora sin intención. Todo iba bien hasta que terminaron de pelear. Al abrirse el portal al mundo de los espíritus por la explosión del "arma espíritu" (que usaba la energía de las raíces de un arbol espiritual que llegó al mundo físico por culpa de, ejem, Korra) ambas se encontraron en el mundo espiritual y mantuvieron una conversación de niñas sobre como las dos eran iguales porque eran ambiciosas, descontroladas y otros yadayadas más, y de pronto Kuvira se da cuenta que la está cagando y se entrega a la justicia. Fin. Hasta Unalaq dio pedazo de pelea épica antes de rendirse. Para que decir Zaheer, que personalmente encuentro que es el mejor oponente (villano no se aplica, pues el gran plus de la serie es que nadie es malo por ser malo; de hecho tienen intenciones ligeramente razonables), porque su filosofía era muy semejante a la del budismo tibetano y mató a la Reina Tierra para acabar con centenarios de monarquía inútil. Además podía usar el siddhi del vuelo y al estar preso nos enseñó que la única prisión es la de la mente (HEADSHOT y libertad).
Respecto al final FINAL, id est a la bullada relación entre Korra y Asami, no lo encontré taaaan escandaloso. Lo comenté con una amiga al día después y, como muchas(os), lo consideró un final lésbico, porque la relación entre ambas se había hecho muy fuerte en el tercer libro, que siempre habían sido muy unidas y que con Mako ya no pasaría nada. Para mi, verlas entrar al portal tomadas de la mano y mirandose a la cara era como ver Thelma y Louise, a dos amigas feministas que odiaban a los hombres darse unas vacaciones lejos de ellos. Después Konietzko o DiMartino confirmaron que si, efectivamente eran lesbianas, pero aún así si no es porque ellos lo dicen no lo consideraría como tal. Quizá estar lejos de la vida amorosa y periféricos me hizo olvidar señales obvias, que se yo. De todas maneras era algo que veía venir, pues desde sus inicios la serie tocó temas rara vez vistos seriamente en series infantiles, como racismo, genocidio, nacionalismo, religión, tradición, separación familiar, discriminación de varios tipos y dramas políticos, solo le faltaba homosexualidad. Ahora es cuando agradezco la relativa oscuridad de la serie, porque se que ese pastor que fue a gritar a la moneda estaría vociferando en la tele contra los "monos shinos gays".
2. Año de alegría relativa y específica por los retornos de algunas bandas. Por ejemplo Dog Fashion Disco, los que les juro que subiré, aun cuando ya los tienen más bajados que los pantalones en el baño. DFD volvió después de 7 años separados pero no de inactividad, pues Smith y varios otros seguían en la escena con bandas como los caseros Polkadot Cadaver y otras que me da paja googlear. Lo bueno es que le cerró la boca a los que decían que Polkadot era lo mismo que DFD porque en algunos temas metían toques electrónicos y weás. El genio detrás de DFD eran los bronces, el metal alternativo más pesado que en PC y tiempos musicales menos comunes. Lo que me picó si fue no haber colaborado con la campaña en IndieGoGo, porque me perdí ser nombrado con acento gringo en el tema final de agradecimiento.
En la otra esquina tenemos algo que no muchos esperabamos: el último y definitivamente ÚLTIMO disco de Pink Floyd, The Endless River. Siendo sincero, aún siendo fan de toda una vida de Pink Floyd no esperaba un disco nuevo. Creo que nadie, solo niños que los van conociendo ahora y no lo digo de weón true, sino porque alguna vez, cuando pendejo, quise lo mismo. El detalle es que, con la edad, me fui dando cuenta que The Division Bell cerraba bien una carrera con un tema tan deprimente como su situación con High Hope. El "Forever and ever" más el solo de guitarra, no tan memorable como los de antes eso si, cerraba bien un ciclo y decía adiós estando todos los miembros de la banda vivos, hasta Syd Barrett que ya no hacía nada en la banda desde hace eones. Entonces pasaron 20 años y salió TER pagando tributo al recordado Richard Wright, quien tristemente murió el 2008. El disco usa segmentos de piano/teclado que grabó en vida, unificados en una suite dividida en varios temas cortos, más una canción interpretada por David Gilmour. La intención es super bonita, pero la verdad es que muchos temas terminaron sonando muy muzak y se nota el hambre comercial detrás que deja estar lejos de los escenarios. Personalmente no lo esperaba y lo compraré solo porque interrumpieron mi dicha de tener la discografía completa en CD originales. Si iban a lanzar un homenaje a Rick hubieran, no sé, relanzado su Broken China para que tenga el reconocimento que merece. No será un disco de rock ni mucho menos progresivo, pero como pieza electrónica y conceptual sobre la depresión debería estar más presente en nuestras cabezas que el Endless River a la hora de pensar en él.
3. lol muertes. Este año murieron varios personajes que sacaron a Camiroaga del escenario de las toallas y calendarios, como Robin Williams, el último "wind talker" navajo de la segunda guerra mundial, Gustavo Cerati, el tio Phil del Príncipe del Rap, Phillip Seymour Hoffman (a quien solo pasaba como personaje cómico), el maestro Harold Ramis alias Egon Spengler, Gabriel García Marquez, H. R. Giger, Gerry Conlon (mal que lo diga pero gracias a Jebus que no fue el actor que lo interpretó), el último de los Ramones, Richard Attenborough (devorado por compsognathuses según la novela de Jurassic Park), el tipo que le hizo la voz en inglés a Oskar Kokoshka de Oye Arnold!, el que tocaba el sax de Baker Street y el recordado e influyente a nivel de humor latinoamericano Chespirito. Claro que murieron más, creo que Mary Rose McGill o Julita Astaburuaga, pero sus versiones resucitadas con magia negra siguen en pie; el resto no vale la pena ser mencionado. Otros si, pero no recuerdo quienes eran y por eso no los nombré.
4. En un extraño giro de eventos, la actividad téctonica de la televisión chilena se reactivó y comenzaron algunos cambios, como la esperada muerte de varios programuchos de farándula de canales históricos y el resurgimiento de programas "culturales". Digo culturales entre comillas porque lo que pasó fue super bizarro. Después de pésimas elecciones de horario, La belleza de pensar y su sucesor Una belleza nueva desaparecieron de la pantalla, desencantado Cristián Warnken con la televisión abierta por su mala recepción de los programas culturales y el mal tino de los directores con sus esquemas horarios. Lo mismo pasó con la serie Cosmos de Neil DeGrasse, que es una serie de divulgación científica buenísima, de muy buena factura y hecha para acercar al peatón televisivo común a la ciencia y las maravillas del universo, pero algún geniecillo de la pantalla chica tuvo la idea de chantarla los domingos antes o después del típico programa deportivo nocturno, hasta que después de unos pocos capítulos la sacaron del aire. En otra islas del archipiélago televisivo algunos programas mutaban a formatos "coolturales", como Que Pachó, que me entretuvo harto en mi estadía en Coquimbo lejos del internet de banda ancha y el cable, pero de prontó cambió a "Que pachó con la cultura" y la única diferencia era que hablaban más de sexo. En el mismo canal Mentiras Verdaderas lanzaba un comercial que a todas luces se veía satírico y mostraba a un Jean Philipe Cretón leyendo un libro con cara de viejo snob, dando a conocer que ciertos días su programa se llamaría Cultura Verdadera y ocuparía el pequeño nicho que dejó la ausencia de Warnken y sus entrevistas a escritores y otros personajes ajenos a la televisión. No podía tomarme el comercial en serio, era muy idiota. Por todas partes había cultura ligera de ropas, que no ahondaba mucho pero al menos metía los pies antes de entrar a las profundidades de la parrilla programática tomada por piratas faranduleros y teleseries turcas armadas con cimitarras. Espero que, al menos en cuanto a la extinción de los programas de pelambre, la tendencia se mantenga y que, con el tiempo, la farandulilla desaparezca de los matinales y se lleve a gente como Patricia Maldonado, Pamela Díaz y la horda de chicos realities que la TV sigue creando en serie.
4. No sé, perdí el hilo. Yo cacho que lo dejo hasta aca y feliz año nuevo a todas las madres, que sea menos un deja-vu y más una reanudación de la vida.
martes, 30 de diciembre de 2014
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