Creo que ya dejé pasar mucho tiempo sin meterle mano a mi blog. Seeeh, así cochinamente. Esta tan descuidado el pobre... digo, fue como si los agentes de la KGB internetera hubiesen puesto plutonio en mis links hasta matarlos a todos con el fin de terminar la fiesta. Bien, mediocratas neoliberales, la fiesta no termina ¡porque me hice cuenta en Mega y subiré lo que me eliminaron de Mediafire y Zippyshare! Un amigo me dice que debido al sistema de cloud storage o algo asi de Mega es más difícil que borren los archivos por denuncias, así que supongo que tendremos para rato. Eso espero, porque en verdad es una paja titánica resubir todo. No es que haya subido mucho, pero mi conexión no es precisamente una partícula en un acelerador, si hasta es casi una partícula alfa llegando a una hoja de papel. Pero haremos el intento, si también necesito retomar la escritura aunque sea de forma muy rancia y carente de estilo poético o literario "hardcore", asi que a agarrar la pala, el saco de cal y a cavar.
Para renacer e intentar mantenerme firme en estas tierras virtuales, elegí el último disco de Comus por su valor simbólico. Como algunos sabrán, la banda de psico-folk lanzó un nuevo disco el año pasado, luego de una seguidilla de conciertos en Europa, uno de los cuales escuché en vivo en Portal Esquizofrenia, una buenísima página de noticias sobre el rock progresivo. Esperen, creo que fue hace 2 años que lo escuché... bueno, a lo que voy es que habían rumores sobre nuevo disco y al final, después de casi 40 años en la oscuridad, Comus resucitó y con todo el toque musical que caracterizó su primera entrega allá por el 71. Recordemos que su último trabajo habia sido To Keep From Crying el 74 y no recibió muy buenas críticas (tampoco mías) por el sonido pop que lo alejaba de la simpleza folklorica y aterradora del First Utterance. Loco, ¡ese disco es hermoso! Manda a la cresta todo ese folk típico de los 70 que hablaba sobre política, amor o Señores de los anillos, para sumergirnos en un mundo tenebroso, enclavado entre bosques, manicomios, patíbulos y montañas, llenos todos de asesinos, violadores, locos yyyyy mas asesinos. Personalmente, para mí fue un impacto auditivo ese primer disco; ya llevaba años escuchando canciones con temática gore o de terror, pero todas siempre eran parte del metal. Esto era hippismo puro con sabor a druidas y celtas cortadores de cabezas.
Entonces, ya tenemos que el primer disco fue hermoso y el segundo no tanto. Mentira. No es que no haya sido hermoso, de hecho es difícil que algo con la voz de Bobbie Watson no suene hermoso, si es tan angelical... pero el detalle era lo musical y lo lírico. Personalmente, eso es el pero que le encuentro para calificarlo de un disco memorable. Prosigamos: luego de la poco calurosa recepción de To Keep From Crying (y considerando que tampoco eran precisamente populares o masivos), cada uno siguió con sus proyectos y la banda pasó a ser de culto, sobre todo en los círculos de músicos de onda más gótica, como Opeth, que usó la línea "My arms, your hearse" de "Drip Drip" en su tercer disco (sé que son más black progresivo, pero tomen en cuenta que el dueto Wooton/Watson es prácticamente la base de los growl/soprano del metal más melódico, conocido como duo "bella y bestia").
Como es obvio, muchos quedamos con gusto a poco con dos discos y unos singles y temas sin lanzar que sacaron con su box set, pero el año pasado y luego de que se reunieran en el 2009, nuestras plegarias se hicieron realidad y ¡voilá!, reviso no recuerdo que página y veo que hay disco nuevo de Comus. Lo bajé (lo compraría, pero no lo encontré, aunque si vi un box set a 20 lucas, pero estoy corto de plata), le di una escuchada a todo volumen mientras estaba solo aquella tarde a las 7 de la noche y fue... no sé, mis emociones variaban, pero nunca me sentí defraudado ni extrañado. Era solo el hecho de escuchar algo nuevo y que no siguió el cauce del segundo disco, pero tampoco era una fotocopia del primer disco. Volvieron los violines, un poco de percusiones, la voz rasposa de Wooton y, oh mierda, ¡la voz de Bobbie seguía igual de angelical! Claro, quizá no me provoca esas ñañaras en el occipucio y las falangetas que me dan cuando escucho The Prisoner o The Herald, pero no porque no fuera la misma, sino porque el shock fue muy grande. Ok, tal vez exagero, pero eso no evita que en verdad Out Of The Coma sea un disco de excelente calidad, muy buena ejecución y fiel a sus raíces en todo sentido, porque la primera canción ya arranca con temática hospitalaria sobre un personaje x que despierta de su coma tras sentirse años atrapado en su cuerpo, casi como el grupo esperando el dia en que pueda despertar de su relajo de varias décadas y atacar con salvajía.
El disco puede parecer corto con sus 4 temas (uno de los cuales es una introducción a la última pieza), pero es porque esta vez las canciones son mas largas que antes, aunque igual 40 minutos son cortos... pero pensemos que estamos escuchándolos en la duración estándar de los 70 y pasa piola.
En cuanto a la semejanza con el primer disco, no se queda solo en el primer tema, pues The Sacrifice, la historia de una joven virgen sacrificada a algún antiguo dios de la agricultura, nos acerca a letras medio mitológicas como Comus o Diana, en que la fragilidad de una mujer es destruida con violencia y sanguinolencia. Si le dan unas vueltas, igual suena medio romántico (en el sentido histórico-artístico de la palabra). Ahora, The Return suena un poco mas a To Keep From Crying, pero no con las bases poperas de aquel disco, sino como un To Keep From Crying (refierome ahora a la canción) con tintes de The Herald. Ya al final, la canción que cierra el disco es The Maalgard Suite, que según cuenta Wooton, creo, iba a ser una suite (duh) que sacarían después de First Utterance, pero no alcanzó a ver la luz. Lo bueno es que habían grabado parte de esta y, aunque no tenga muy buena calidad, es una pieza que valió la pena rescatar y, aunque la letra no se aprecie bien, trata sobre un rey ogro llamado Maalgard que rapta a una princesa. Bonito, como para el First Utterance, y aunque suene como sacado de un casette, merece ser escuchada.
Ahora con esto cierro la discografía momentanea de Comus, esperando que saquen algo ojala más grotesco que nunca. Alguien tiene que remover la escena musical actual y si los modernos no pueden, pues que vuelvan los dinosaurios a aterrar las ciudades. Digo yo, ¿no?
Aprovecho el rato para mandarle un saludo a todos mis amigos de Coquimbo, con quienes estuve estas semanas. Ahora de vuelta al aburrimiento todos, pero recuerden, lamer picaportes es ilegal en otros planetas. O algo así. Abur!
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Muchas gracias por subir cosas como esta
ResponderEliminarDesde chile septiembre 2016
Me falto la emocio GRACIAAS!!!
EliminarDe nada, gracias a tí por pasar y recordarme que la gente suele bajar cosas. Ah, y aguante Islands locoooo (mentira, de esa época soy más de Lizard que del Island XD)
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