sábado, 24 de diciembre de 2011

H. P. Lovecraft Historical Society- An Even Scarier Solstice (2006)

Luego de un salto hiperespacio-temporal a través del entramado del universo provocado por mi horriblemente aburrido trabajo, volví al internets justo para yule, la fecha más importante para cristianos, paganos y adoradores de mammon. Otros estarán celebrando navidad, unos aún seguirán pegados con brumalia, yo pasé un hanuká con trabajo y sin latkes, pero la escencia es la misma: recoger rápido las cosechas antes que el frio las mate. En cambio, para nosotros los miserables del sur es una época especial para vestirse del viejo Coca-Colero y ganarse unas monedas extras a cambio de tardes sudorosas a pleno sol veraniego. En serio, no se porque tenemos esa tradición de mierda del viejo pascuero con traje invernal y todo si hace un calor que frie huevos, y no me refiero a los huevos de las aves.
Según algunos seudocientíficos, hippies y adictos al carrete, esta es nuestra última navidad y año nuevo (ya saben, por lo del 2012, los terremotos, planetas Xs y las salvadas milagrosas de John Cusack) y deben celebrarse como (según ellos) Dios manda, pero Dios manda a celebrar con mesura, sobriedad y castidad. De todas formas habrá un dios que estará feliz de todo este caos, muertes por accidentes de tránsito y especiales de películas de navidad... oh si si, sé que lo saben. El gran Cthulhu estará feliz de ser recibido con carretes y de disponer de almas pecaminosas como canapés. Él y Yog-Sothoth... y Azathoth... y Shub-Niggurath... y el maestro Nyarlathotep... y Ghatanothoa y todo el séquito de aborrecibles seres extradimensionales que retomen nuestro plano en una batalla tal que nosotros, meras motas de polvo en el inmenso cielo nocturno de la existencia, seremos borrados en un simple movimiento de tentáculos.
Según dicen, este año se vendrá el periodo máximo de actividad solar y las manchas solares nos envolverán como el fuego a los vietnamitas, y por otra parte Venus transitará frente al sol y no volverá a hacerlo hasta 2117. ¿Será que las estrellas ya casi están en posición? No se por qué, pero encuentro mas coherente pensar en que ocurrirá lo escrito por el niño símbolo de Providence que un montón de blablá cosmico-espiritual malinterpretado por un montón de hippies que creen que los mayas profetizaron el final de todo en un calendario hecho cíclico por la falta de piedra. En resumen, este año puede que los grandes antiguos, los primigenios y los dioses exteriores desciendan a nuestro plano y dejen la cagá. Siempre podemos tener fé.

Es en este ambiente legamoso, lúgubre y de horror inconcebible que subo el segundo disco de la Sociedad histórica Howard Phillips Lovecraft basado en el panteón mitológico que creo junto a sus colaboradores hace poco más de 90 años. Nuevamente las historias sobre dioses, investigadores de lo oculto, seres que escapan a la comprensión humana y antiguos cultos a dioses oscuros se mezclan con clásicos navideños para el agasajo de los fanáticos de Lovecraft (y de los que saben inglés), ¡así que deje de pavear y bájelo, bájelo!

Ahora a trabajar, pero habrá más... cuando me acuerde. ÏA ÏA YOG-SOTHOTH!

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