Se van los negros nubarrones (hechos de ozono en desintegración y radiación UV solar) de los días previos a navidad, llega la paz familiar del yule y el fin de las hordas de compradores irónicamente muy furiosos para una fecha de dizque unidad, fraternidad y amor. Entonces llegan las ganas de escribir nuevamente, de contar que weás he hecho, aunque les importen una verga perolaweaesmía, y decir "uye que tiempo sin venir por aguí logo, el weón virao". Fue por eso mismo, no tenía ganas de nada y las fechas no podían valerme más callampa, sin importarme los posts especiales de la fecha ni esos rituales de los que siempre me he sentido tan orgulloso y dichoso de publicar. Nunca entren a la horrible industria del retail, niños... a menos, claro que sean bots o androides o de esas razas hiperracionales de Star Trek, pero sí así fuera no entrarían, así que no.
Puta, se va el año po. Bacán, porque fue una mierda. No es que pueda decir lo contrario de los anteriores o jurar de guata que el próximo no lo será, pero me cago que fue malo. Comenzó con artistas muertos y terminó con más artistas muertos, poca plata en mis arcas y puta, que decir del departamento de asuntos mamones... primera vez en un año que lo intento con decisión y tantas veces y enésima vez que fallo miserablemente en todo. Pero que tanto un friendzoneo más a estas alturas po, o una mina con pololo o la que simplemente no me pescó. Media weá. Tengo música [lágrimas masculinas retenidas]. Y hablando de eso, mal ahí también, porque puta que subí pocas cosas en comparación con el año pasado, cuando pensaba seriamente dejar morir en el desierto este tugurio de shitty posts y godly music. Ahora había motivación, habían aires de cambio, bríos y pujanza, últimamente más pujanza que nada, pero el cuerpo cedió, la mente la siguió y terminé chopico. Llegaron mejores días, pero cuesta reponerse, más cuando los juegos están tan buenos.
Una valiosa enseñanza que busqué recordar mucho este año fue "la represión es la raíz de las neurosis", pero puta que me hago poco caso. Llevaba meses queriendo ver American Splendor por milésima vez pero, a parte de no encontrarla nunca, posponía la búsqueda para pasar incontables horas viendo el historial de facebook para hallar el punto en que "la cagué". Anteayer me decidí a ver la peli en youtube, sin subtítulos a lo macho pelo en chope y volví a sentir el impulso creativo en mí. El problema es que, como todo plan de vida, desapareció al otro día por olvido y volvío en recuerdo, pero sin la misma fuerza.
Que hermosa película, American Splendor. La ví más o menos por el 2009 en la casa de un amigo en DVD, quien me dijo "cacha esta película, se la prestaron a mi viejo, está re piola y tiene pura música wena". Para quienes no la han visto, es la película biográfica basada en la vida y obra de Harvey Pekar, escritor estadounidense nacido, criado y enterrado en Cleveland, creador del comic underground American Splendor y brillantemente interpretado por Paul Giamatti. La vimos y la historia se me hizo inexplicable y vagamente familiar. Claro, conocía al artista del comic Robert Crumb, dibujante de sus primeras historias, pero aparte había un ambiente de familiaridad con la vida de Harvey. Sentí una rara empatía con Pekar, desde la primera escena en que Pekar niño va a pedir dulces con los vecinos sin disfraz, argumentando que no era un superhéroe, solo era un niño del barrio que quería dulces. Define mucho el carácter y el destino de Harvey de ahí al final. Y la verdad es que, como persona, a Harvey Pekar, cuyo trabajo desde entonces empecé a buscar por todas partes y terminé encontrando disperso en algunas tiendas de comics nacionales, lo considero una gran inspiración y motor de motivación... cuando me acuerdo, claro. Su máxima de vida era "la vida es una guerra donde sabes que no ganarás, pero no puedes rendirte sin haber luchado" y se me hace imposible no concordar con él. El universo es un lugar hostil para nosotros, seres endebles susceptibles a cada ligero cambio en lo que consideramos perpetuo, indiferente a nuestra existencia, pero es nuestro trabajo, decía Camus (más o menos), rebelarnos contra este y al menos dar la batalla, aún sabiendo que perderemos, que la roca de Sísifo volverá a rodar cerro abajo, pero ocuparnos en esa labor a la vez nos rebela contra quien nos endilgo la labor inútil. No estoy muy conforme con lo último que puse, pero es lo que siento de momento.
Hace unos seis años que Harvey perdió la guerra, pero dio una dura batalla contra el cáncer, que le otorgó una tregua temporal hasta que le pilló débil y cansado. También se dice que fue por una sobredosis accidental de antidepresivos. Lo importante es que su legado vive y, aunque nunca fue muy popular fuera de su tiempo (70-80), fue feliz con sus reseñas de jazz, ensayos políticos y de historia.
De todas formas ¿que hace tan grande, trascendental y digno de mencionar su trabajo? Nosotros, bloggers, deberiamos tenerlo en consideración cada vez que tiramos referencias personales sin miedo a la crítica y al "a quien chucha le importa" en la web, pues ya en los setentas osó (se arriesgó, mejor dicho) a desafiar las normas del comic, sean del CCA o Underground, escribiendo sobre personajes reales viviendo situaciones de lo más ordinarias y cotidianas. Los protagonistas de sus cómics eran sus vecinos, compañeros de trabajos, parejas y sobre todo él mismo, ilustrando sus pensamientos y filosofía personal mientras lava la loza, compra en el supermercado o estira el brazo en su cama contemplando su soledad. Trajo una obra autorreferente y autobiográfica al mercado sin que sea un personaje destacable o importante a nivel medíatico y cautivó a un público. Casi casi como lo hacemos varios. Pero lejos de nuestra área ya cachamos que también revolucionó el comic conocido hasta entonces, donde solo la novela gráfica elevaba a un nivel de mayorrrr... (chuta, no quiero decir "calidad argumental" para que no parezca que le bajo el perfil al comic tradicional, pero ya lo dije) factura, lejos del formato tradicional del superhéroe, los animales antropomórficos y los personajes grotescos hipersexualizados de la escena under. Loco, cuando les digo que tiene historias en que hace fila en el super es en serio, pero aún así estoy simplificando algo al resumirlo, pues como bien dijera Harvey "la vida común es un asunto muy complejo".
La banda sonora de la película consiste principalmente en jazz, pero son para nada temas tomados de manera accidental. Como mencioné más arriba, Pekar era crítico de jazz... no uno de alto reconocimiento, eso fue algo que siempre le dolió, no ser tomado en serio por la prensa especializada, pero era un amante del jazz con harto conocimiento para compartir y las melodías seleccionadas tienen relevancia dentro de sus críticas (Oscar Peterson y Lester Young, Joe Maneri, Dizzie Gillespie, John Coltrane...), música incidental que suena en los comics (Ain't That Peculiar de Marvin Gaye), gustos compartidos con Bob Crumb (Jay McShann fue el artista con el cual se conocen en la película en una venta de garage; en el comic se conocen por un amigo en común que los presenta en base a sus aficiones por el comic y el jazz antiguo) y ragtime de la vieja escuela (R. Crumb and his Cheap Serenaders, banda de revival de "viejitos" del dibujante Robert Crumb). Si cada tema representara al disco al que pertenece originalmente, correspondería con cuea al 2% de su colección, pues era un coleccionista casi compulsivo, llegando a sacrificar relaciones por sus problemas de espacio y orden. Hay también un tema compuesto para la película (Time Passes Strangely), que no envidia para nada a la otra pieza de Oscar Peterson ni a Miles Davis, transmitiendo el dolor y la amargura del período de quimioterapias al que se sometió Harvey. Yo cacho que si no hubiera visto la película nunca y escuchara el soundtrack igual me arrancaría gordos lagrimones. A pesar de que su vida, excluyendo el cáncer, no es en exceso melodramática ni nada, está llena de tantos episodios tristes que calzan super bien con la música y por eso mismo es que no veo como no identificarse con él. Su largo conflicto con su soledad, sus relaciones mal llevadas por la prisa en asegurar un compromiso, su eterna estadía en un trabajo sin salida ni oportunidades después de dar tumbos por varios otros, las contemplaciones filosóficas ante cada acto diario... un avatar del hombre común luchando contra su destino, forjándolo a mano desnuda y quemándoselas con las adversidades.
Cuento corto porque hay que hacer presencia en la familia, aquí tienen el link y [si quieren pueden parar de leer acá] digo que es ahora que va a terminar el año de mierda rápido que la obra de Pekar vuelve a inspirarme. Espero esta vez, por fin, volver a tomar un lápiz y ver si algo de su proyección introspectiva renace en mí y por fin venzo a toda autocrítica y hago alguna weá productiva. Gracias por todo Harvey Pekar, master.
Por otra parte, no gracias a la muerte por la recolección de almas y a la comunión de los movimientos de traslación/rotación con mi reloj circadiano por acelerar este año. Jódanse.
Ah, y saludos a la familia que me recogió en navidad cuando venía con mi gente de vuelta de La Portada a pata y nos dejó en la cresta de la loma, pero nos ayudó a volver. En especial a la hija mayor. Ah, y gracias a ti, fiel (o infiel, novato, hater, quien sea) lector por suponer que había subido algo antes de fin de año. El mal año económico también repercutió aquí; no sé por qué ni como chucha, pero vieron que lo hizo.
Para cerrar, otra cita del vate de Cleveland (onda pa rellenar-rematar): "La vida es sobre mujeres, conciertos y ser creativos".
Keep on truckin', amicos y nos vemos en otro año cargado de desventuras y esas desdichas que con el tiempo te dan risa. Feliz año nuevo.
sábado, 31 de diciembre de 2016
Suscribirse a:
Entradas (Atom)